Ladrillos aislantes térmicos y acústicos, hechos con ropa reciclada

La industria textil supone una gran parte de los residuos difíciles de reciclar. Muchas propuestas como la compra de prendas de segunda mano o la fabricación de otras nuevas con materiales reciclados, ya están muchos en marcha. Sin embargo, Clarisse Merlet, estudiante de arquitectura, ha querido dar un paso más con el diseño de unos ladrillos aislantes, que ha fabricado a partir de residuos textiles. Una innovadora propuesta que podría ser el asentamiento para la base de las nuevas construcciones de las ciudades sostenibles del futuro.

Una de las virtudes de estos ladrillos aislantes, es precisamente esa, su capacidad de aislar de los cambios de temperatura y los impactos sonoros externos. Dos elementos esenciales para, por un lado, controlar el consumo energético a la hora de climatizar la vivienda, y en el segundo caso, para menguar la contaminación sonora a la que estamos constantemente sometidos en las grandes urbes.

FabBRICKS, los ladrillos aislantes que pretenden revolucionar las construcciones modernas

Desde la experiencia que le da su profesión y gracias a su consciencia medioambiental, Merlet fue capaz de ver un problema y trabajar para una solución que no dejase 'cabos sueltos'. Sus ladrillos aislantes están pensados en un conjunto transversal, que va desde el poder reciclar residuos, hasta el de ofrecer una solución sostenible para la construcción de nuevas infraestructuras, que requerirán ser sostenibles para hacer frente a los retos actuales que vivimos como sociedad.

Así surgió FabBRICK, la empresa a través de la que esta joven innovadora, fabrica sus ladrillos aislantes que actualmente ha estado probando en pequeñas estructuras de mobiliario. Aún les falta pasar algunas pruebas técnicas para que puedan ser utilizados además como parte de estructuras mayores. "Todavía tiene que pasar una serie de pruebas de laboratorio, sobre todo de fuego", comenta Merlet en una entrevista.

¿Cómo están fabricados?

El principal componente de estos ladrillos aislantes son los residuos textiles triturados, que posteriormente pasan por un proceso de compresión en un molde para ladrillos, con una mezcla incorporada de un pegamento ecológico inventado por la propia Merlet, que es el que los toda de sus capacidades aislantes. En cada ladrillo se pueden llegar a utilizar entre dos o tres camisetas, independientemente del material del que estén hechas. "Desde nuestra creación a finales de 2018, ya hemos diseñado más de 40.000 ladrillos que representan 12 toneladas de textiles reciclados", señalaba su creadora.

Una fórmula para reducir los residuos textiles

Esta joven innovadora, tomó consciencia de las grandes cantidades de ropa y otros residuos textiles que se acumulaban en su país, Francia, donde en 2017, cuando Merlet desarrolla este proyecto, tenía cerca de 4 millones de toneladas en vertederos, de las que menos de un tercio se destinaban a la reutilización o el reciclaje.

También veía la cantidad de residuos y consumo de materias primas que generaba la construcción de infraestructuras, por lo que decidió crear algo que resolviese ambos problemas, y así nacieron sus ladrillos aislantes, que hasta el momento han podido demostrar su capacidad aislante y resistente tanto al fuego como a la humedad.