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Galicia destaca por la increíble belleza de sus paisajes. Sus montes y sus playas, y sus peculiares localidades y villas son capaces de transportarte a un mundo mágico. El toque medieval, con aires celtas que envuelve cada rincón consiguen evadirte y llenarte de pureza.
Tal y como dice eso de que “como allí donde fueres, come lo que vieres” no está permitido viajar a estas tierras e irse sin probar los platos típicos de cada zona.
Está claro que no es lo mismo contarlo que vivirlo. Pero te dejamos estos platos, te proponemos diez para ir abriendo apetito y para que cuando pases por Galicia, te vayas con un buen sabor de boca.
Diez platos que representan la esencia de Galicia
Por supuesto para acompañar todos estos platos qué mejor que un buen vino: Ribeiro, Albariño, Godello, Mencía… tienes donde elegir.
Después de comer en cualquier bar te ofrecerán un chupito de licor café, hierbas o crema de orujo. Y si ya quieres hacer el ritual gallego al completo, apréndete el conjuro y prueba la queimada. Si sobrevives al aguardiente, ya puedes quedarte a vivir en Galicia.
Mariscada
Percebes, navajas, vieiras, centollo, nécoras, mejillones, cigalas… No puedes ir a Galicia e irte sin probar por lo menos alguno de estos manjares.
Y si vas por poco tiempo, no te preocupes, encontrarás sitios especiales, como el Cocedero Marisco La Piedra, situado en la Rúa Pescadería, 3 de Vigo. Allí podrás ponerte las botas con productos de calidad.
Cuentan con diferentes tipos de mariscadas a diferentes precios, dependiendo de la cantidad, porque la calidad es exactamente la misma. Tampoco te vayas de ahí sin probar sus ricos postres, como la filloa o el queso de tetilla con membrillo. ¡Repetirás!
Pulpo
Aliñado con un buen chorro de aceite, pimentón y sal, sobre un plato de madera, con palillos para pinchar y pan para mojar. Si quieres acompañarlo con los típicos cachelos, lo que conocemos como patatas cocidas, tendrás que pedirlos aparte, ya que en Galicia el pulpo á feira se sirve solo.
Al contrario de lo que pudiera parecer, el mejor pulpo no lo encontrarás en la costa de Galicia sino en el interior. Justo en A Coruña, más concretamente en Melide, podrás degustarlos en pulperías de toda la vida como A Garnacha o Ezequiel, te sorprenderá lo poco que cuesta una buena ración acompañada del vino de la casa.
También, si puedes escaparte en tu ruta un domingo por O Carballiño, en Ourense, verás a las auténticas pulpeiras, con su gran olla de cobre y sus tijeras, metidas en faena en plena calle. Ahí por donde vayas olerá a pulpo y será imposible resistirse.
Cocido gallego
Y para el invierno, aunque los más valientes pueden hacerlo en cualquier época del año, el buen cocido con su cachucha, la cabeza de cerdo, su butelo o botillo, su panceta, su chorizo, sus garbanzos, te esperan para que no dejes nada de nada en el plato.
Pescados
Las aguas gallegas cuentan con una gran variedad de pescados: la merluza, el rape, el sabroso y sano rodaballo, el abadejo o la raya entre otros, están esperando que los pruebes, ya sea preparados en caldeirada o a la gallega, es decir con laurel, ajo y pimentón.
También el pescado frito es un manjar a degustar. Las Xoubas, que son las sardinillas, o los chinchos, es decir los jureles pequeños son ese tipo de pescadito que se come entero, con cabeza, espina y cola incluida.
Empanada gallega
Un clásico que se puede encontrarla en cualquier parte de Galicia con rellenos para todos los gustos: de zamburiñas, de bacalao con pasas, berberechos, ternera, xoubas (sardinillas), pulpo… en cualquiera de sus versiones es un verdadero manjar.
Lacón con Grelos
Se puede decir que también es una versión del cocido gallego para el verano. Se compone de los grelos, que son las hojas que brotan del nabo, y el lacón, aderezado con aceite de oliva y el pimentón que tanto gusta en Galicia.
Pimientos de Padrón
“…uns pican, e outros non” así que prueba suerte, a ver si te libras de ser el elegido
Puedes degustarlos en cualquier bar de tapas y raciones, pero tienen su origen en Herbón, parroquia de Padrón, en A Coruña. Su temporada es el verano así que si vas en esta época estás de suerte. Eso sí, ten cuidado, ¡porque se dice que en agosto es cuando más pican!
Caldo gallego
Puede que el caldo sea un plato más invernal, pero en Galicia es que en verano puede hacer calor como frío. La base son los grelos, berzas o repollo, las patatas, la grasa de cerdo proveniente del unto, chorizo o panceta, para darle saborcillo y sustancia, y unas alubias blancas para otorgarle más consistencia.
En muchos bares de Galicia lo sirven como tapa así que es difícil que te vayas sin catarlo.
Quesos
Son tres, al menos, los tipos de queso que tienes que probar en Galicia. Todos estos son de leche de vaca y poco curados.
- Queso de tetilla: bautizado así por su forma. Es suave y de textura cremosa. Viene de la zona de Azúa, Melide y Curtis.
- Queso San Simón da Costa: La forma es parecida a la del de tetilla, pero este es ahumado y originario de la Terra Cha, Lugo.
- Queso de Arzúa: de Ulloa, el más cremosos y untuoso de los tres, es redondeado y achatado. Puede que al comprarlo entero, y ponerlo sobre un plato dentro de la nevera, te lo encuentres a la próxima expandido o desbordado.
Arroces
El arroz con bogavante, el arroz negro, el arroz con pulpo… todas sus versiones son extremadamente deliciosas. Tanto en verano como en invierno. Una recomendación es que te animes a visitar el Restaurante La Curva, en Nerga, Pontevedra, donde además de comer bien, disfrutarás de unas vistas inmejorables al atlántico.
El arroz negro y el arroz con bogavante los hacen de maravilla. Pero no los hacen todos los días, van cambiando el menú y puede que pilles uno u otro. Arroz pruebas seguro, y a parte, su carta de pescados y sus postres artesanales son dignos de catar.
Después, para bajar todo, puedes bajar a la playa kilométrica de Nerga, para dar un paseo, y algún que otro chapuzón si es verano y el mar está en calma.
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