Acción contra el Hambre pausa temporalmente sus actividades en el sur del Líbano, pero continúa sus intervenciones en el resto del país

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18/08/2024 - 08:00
El sur del Líbano sufre de hambre y guerra

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La expansión regional del conflicto en Gaza, que en 300 días ha causado casi 40.000 víctimas, sigue intensificándose en el Líbano. Allí, casi 99.000 personas se han desplazado internamente para escapar de la violencia, decenas de infraestructuras críticas han sido destruidas y el trabajo de Acción contra el Hambre, una de las principales organizaciones que responde a la emergencia en la zona, se ha visto parcialmente interrumpido en el sur del país.

“Desde el pasado 8 de octubre, Acción contra el Hambre ha brindado respuesta humanitaria de emergencia en 160 áreas de El Líbano, incluidas zonas fronterizas y refugios para desplazados. Sin embargo, la reciente escalada de violencia, como el devastador ataque aéreo en los suburbios del sur de Beirut esta semana, nos ha obligado a pausar nuestras actividades en el sur del país. La violencia está cobrando un número intolerable de vidas civiles, por lo que instamos a todas las partes a respetar el derecho humanitario internacional, garantizando la protección de los civiles y el trabajo de organizaciones humanitarias como la nuestra”, explica Suzanne Takkenberg, directora de Acción contra el Hambre en el Líbano

Cómo está afectando el conflicto a la población libanesa

Desde mediados de octubre hasta finales de julio, el desplazamiento en el Líbano aumentó un 1.500 %. De los casi 99.000 desplazados por el conflicto, unos 30.000 son niños y niñas, según UNICEF.

La destrucción de infraestructura civil esencial, como carreteras, telecomunicaciones, centros sanitarios, educativos o de suministro eléctrico y de agua tiene implicaciones muy graves sobre la vida de las personas y puede constituir un acto contra el derecho humanitario internacional. Por ejemplo, el daño en 13 instalaciones de suministro de agua en el sur del Líbano está aumentando el riesgo de que más de 200.000 personas no tengan acceso a agua potable o sufran enfermedades transmitidas por el agua.

“Tanto la población a la que ayudamos como nuestros compañeros en las zonas afectadas están muy preocupados por el aumento de la violencia. Ya estamos viendo a miles de heridos, muchos afectados por la escasez de alimentos y agua, o por los efectos del uso de fósforo blanco en sus campos, lo que ha destruido sus medios de vida. La gente esperaba que el conflicto fuera corto y ya llevamos casi 10 meses. Han perdido sus ahorros, sus casas. Cuando estuve en el sur, vi que la salud mental de las familias está muy afectada: están estresadas y traumatizadas. Vi a niños llorar inconsolablemente, a pesar de que sus padres les decían que todo iría bien, debido al trauma que han pasado”, explica unos de los trabajadores de Acción contra el Hambre en el Líbano.

La respuesta de acción contra el hambre a esta crisis

Los equipos de Acción contra el Hambre, presentes en el país desde 2006, han atendido desde octubre a las necesidades de las familias que no tenían un familiar que los acogiera y se trasladaron a los refugios temporales. Les han proporcionado productos esenciales como colchones, mantas y almohadas, y han apoyado la construcción y mejora de instalaciones sanitarias y de higiene en estos refugios.

Además, han asistido a las familias que, a pesar de los daños en sus edificios y la zona, han permanecido en sus hogares, entregando más de 456.000 litros de agua potable y unas 95.500 comidas calientes, entre otras actividades.

El impacto del conflicto e la crisis alimentaria del Líbano

El conflicto en el país afecta gravemente a la agricultura y la ganadería, con la destrucción de 340.000 animales de granja, 47,000 olivos y 790 hectáreas de tierras agrícolas. Esto ha resultado en pérdidas del 70 % para los agricultores y una reducción significativa de los alimentos disponibles. Los precios de los productos han aumentado, dificultando el acceso a alimentos para cientos de miles de personas que ya tienen que hacer frente al conflicto.

Además, el uso de municiones de fósforo blanco y explosivos amenaza la vida de los civiles y la fertilidad de las tierras en un contexto de dependencia agrícola y severa crisis económica. Antes del conflicto, la zona daba respuesta a una de las mayores crisis de acogida del mundo, con el mayor número de desplazados per cápita del mundo al dar refugio a 1,5 millones de refugiados sirios.

Testimonio de la familia Mlayje, desplazada por el conflicto

Fátima, de 35 años, y su familia huyeron de Naqoura cuando estalló la guerra con Israel en octubre. Creyendo que la crisis sería breve, dejaron atrás pertenencias y huyeron con rapidez. Alquilaron una casa hasta agotar sus ahorros y ahora viven acogidos en el aula de una escuela en Tiro. Sin apenas dinero, almuerzan una vez al día gracias a la ración que les proporciona una asociación local. Su hija Acil, de tres años, está enferma del estómago y no pueden comprar medicamentos. Cada día, sueñan con el fin de la guerra y regresar a casa.

Los equipos de Acción contra el Hambre han apoyado a la familia Mlayje realizándoles reconocimientos del perímetro braquial medio para determinar si sufren desnutrición y proporcionándoles alimentos de emergencia enriquecidos con vitaminas y alto contenido calórico, además de ofrecerles una sesión de sensibilización sobre salud y nutrición centrada en la diversidad de alimentos y la higiene.

Familia Mlayje/Acción Contra el Hambre

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