Lectura fácil
Una bibliotecaria de Purbalingga, en la isla de Java, en Indonesia, presta libros a los niños a cambio de basura que estos recolectan. Raden Roro Hendarti viaja todos los días en su vehículo de tres ruedas con libros apilados en la parte de atrás para que los niños de la aldea de Muntang los cambien por vasos de plástico, bolsas y otros desechos que ella lleva de regreso.
Su gesto de prestar libros ayuda a inculcar la lectura en los niños mientras estos cobran conciencia sobre el medio ambiente, un asunto que debería estar presente en la educación desde las primeras etapas, tanto por la necesidad de protegerlo como de actuar para frenar el calentamiento global.
Cuando la mujer de 48 años aparece, los pequeños, muchos acompañados de sus madres, rodean su "Biblioteca de basura" y obtienen unos libros a cambio. Está feliz de que, como resultado, dediquen menos tiempo a los juegos en línea. "Construyamos una cultura de alfabetización desde una edad temprana para mitigar el daño del mundo en línea", dijo Raden a Reuters. "También debemos cuidar nuestros desechos para combatir el cambio climático y salvar a la Tierra de la basura".
6000 libros para prestar
La promotora de esta acción recolecta alrededor de 100 kg de desechos a la semana, que luego sus colegas clasifican y envían para reciclar o vender. Tiene un stock de 6.000 libros para prestar y también quiere llevar el servicio móvil a las zonas vecinas.
"Cuando hay demasiada basura, nuestro medio ambiente se ensucia y no es saludable. Por eso busco basura para pedir prestado un libro", cuenta Kevin Alamsyah, un lector de 11 años. Jiah Palupi, director de la principal biblioteca pública de la zona, dijo que el trabajo de Raden complementa sus esfuerzos para combatir la adicción a los juegos en línea entre los jóvenes y promover la lectura.
Un gesto para reforzar el alfabetismo
Antes de la pandemia, y a pesar de ir al colegio por más de 12 años, la media para un estudiante indonesio de enseñanza efectiva era de solo 7.8 años, lo que cayó a 6.9 años en julio según el modelo más optimista del Banco Mundial. La pérdida de aprendizaje durante la pandemia costará a los estudiantes indonesios al menos 253 billones de dólares en ganancias a lo largo de sus vidas, según estimó el reporte.
En este sentido, el ministro de Educación en Indonesia admitió que el cierre de las escuelas tuvo un gran impacto en los resultados de los niños. "Es un fenómeno global, no solo en Indonesia", dijo el ministro en declaraciones recogidas por Reuters a principios de noviembre.
Es importante que los menores accedan a los libros de una forma universal y gratuita. Según apunta Reuters, el alfabetismo en jóvenes de más de 15 años de edad en Indonesia es de alrededor del 96 %, pero un informe del pasado mes de septiembre del Banco Mundíal avisó que la pandemia dejaría a más del 80 % de los adolescentes de 15 años por debajo de la eficiencia mínima de lectura que marca la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
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