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La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) actualizó el pasado jueves el estatus del lince ibérico en la Lista Roja de Especies Amenazadas. Este felino ha pasado de estar ‘en peligro’ a ser clasificado como ‘vulnerable’, gracias a los esfuerzos de conservación sostenidos realizados por diversas organizaciones.
El lince ibérico (‘Lynx pardinus’) fue incluido en la Lista Roja en 1986 como especie ‘en peligro’. En 2002, su categoría de amenaza se elevó a ‘en peligro crítico’ debido a que solo contaba con 52 individuos maduros en ese momento.
La UICN rebaja el estatus de amenaza del lince ibérico a "vulnerable"
Sin embargo, en 2015 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) volvió a clasificarlo como una especie "en peligro". Este estatus se ha mantenido hasta ahora, cuando la categoría de amenaza fue rebajada a "vulnerable".
"La mejora del estado del lince ibérico en la Lista Roja demuestra que una conservación exitosa beneficia tanto a la vida silvestre como a las comunidades humanas", afirmó Grethel Aguilar, directora general de la UICN.
Las estrategias de conservación integral
Esta especie ha aumentado su población de 62 individuos maduros en 2001 a 648 en 2022. Actualmente, se estima que la población total, incluyendo tanto jóvenes como adultos, supera los 2.000 ejemplares.
Los esfuerzos de conservación para esta especie clave se han enfocado en incrementar la abundancia de su presa principal, el conejo europeo (‘Oryctolagus cuniculus’), que está catalogado como ‘en peligro’; proteger y restaurar los hábitats de matorrales y bosques mediterráneos; y reducir las muertes causadas por actividades humanas.
El incremento de la diversidad genética de la especie a través de translocaciones y un programa de reproducción 'ex situ' ha sido crucial para aumentar el número de ejemplares.
Desde 2010, se han reintroducido más de 400 linces ibéricos en diversas regiones de Portugal y España. Actualmente, el lince ibérico ocupa al menos 3.320 kilómetros cuadrados, más de siete veces la extensión de los 449 kilómetros cuadrados que ocupaba en 2005.
Las amenazas
Sin embargo, este animal sigue enfrentándose a amenazas significativas, principalmente debido a las posibles fluctuaciones en la población de conejos europeos en caso de nuevos brotes virales. Además, es vulnerable a las enfermedades transmitidas por los gatos domésticos.
La caza furtiva y las muertes en carretera continúan siendo preocupantes, especialmente en áreas donde las vías de alto tráfico atraviesan su hábitat. Las alteraciones del hábitat provocadas por el cambio climático también representan una amenaza creciente.
Francisco Javier Salcedo, coordinador del proyecto LIFE LynxConnect, afirmó que la recuperación del lince, la mayor lograda para un felino mediante la conservación, es fruto de la colaboración entre diversos organismos y el apoyo del Proyecto LIFE de la Unión Europea.
Aunque celebró el éxito, Salcedo subrayó que aún queda mucho por hacer para asegurar la supervivencia del lince ibérico y planean reintroducir la especie en nuevas áreas del centro y norte de España.
El censo revela un aumento del 21 % en la población
El año pasado, un total de 2.021 linces ibéricos vivieron en España y Portugal, según el último censo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Esto representa un aumento del 21 % respecto a 2022, cuando había 1.668, y establece un nuevo récord desde 2002, año en que se iniciaron los primeros programas de conservación con solo 94 ejemplares.
Esta recuperación se atribuye a los esfuerzos de 21 organizaciones coordinadas por la Junta de Andalucía, según WWF. En 2002, se implementó un exitoso programa de cría en cautividad.
Los esfuerzos de conservación buscan alcanzar 750 hembras y de 3.000 a 3.500 ejemplares para que el lince ibérico se considere definitivamente fuera de peligro, según WWF.
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