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En España, más de 5 millones de personas sufren de migraña, una enfermedad debilitante que afecta principalmente a mujeres. De este grupo, solo la mitad ha recibido un diagnóstico adecuado, y 1,5 millones padecen migraña crónica. Esta condición no solo provoca intensos dolores de cabeza, sino que también se ha convertido en la principal causa de discapacidad entre adultos menores de 50 años. Sin embargo, el diagnóstico de la migraña puede tardar hasta seis años en realizarse, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
La prevalencia de la migraña y sus implicaciones sociales
A nivel mundial, 1.100 millones de personas sufren de migraña, lo que representa a una de cada siete personas. En España, los médicos de Atención Primaria estiman que 4,5 millones de ciudadanos experimentan migrañas ocasionales, y cerca de un millón lo hacen de forma crónica.
Lamentablemente, un 40 % de los pacientes nunca acuden a consulta médica, y un 70 % abandona el tratamiento antes de tiempo. Esta situación empeora cuando se toma en cuenta que la enfermedad es más frecuente entre las mujeres, afectando al 18 % de ellas frente al 9 % de los hombres.
La migraña crónica se diagnostica cuando una persona experimenta cefaleas durante más de 15 días al mes. En los casos más graves, hasta el 50 % de los pacientes presentan grados de discapacidad severos. Los estudios han demostrado que la migraña es más prevalente entre personas de niveles socioeconómicos más bajos, debido a factores como el estrés, la obesidad, los estilos de vida poco saludables y la falta de sueño.
Consecuencias económicas y avances en tratamientos
El impacto de la migraña no se limita solo a la salud personal, sino que también tiene repercusiones económicas. La enfermedad afecta significativamente la calidad de vida de los pacientes, incrementando el riesgo de padecer otras patologías como el ictus, infarto de miocardio, ansiedad, depresión o insomnio. Además, genera un coste económico elevado debido al absentismo laboral y la pérdida de productividad.
A pesar de estos desafíos, ha habido avances en los tratamientos de la migraña en los últimos años. Nuevos fármacos, administrados mediante inyecciones subcutáneas o intravenosas, han mostrado resultados prometedores al reducir la frecuencia y la intensidad de los episodios de migraña. Aunque esta enfermedad aún no tiene cura, los expertos señalan que con un diagnóstico adecuado y un seguimiento médico riguroso, la calidad de vida de los pacientes puede mejorar considerablemente.
Automedicación y cronificación
Uno de los grandes problemas relacionados con la migraña es la automedicación. Más del 50 % de los pacientes optan por automedicarse con analgésicos, lo que, en muchos casos, empeora la enfermedad. El uso excesivo de estos medicamentos puede cronificar la migraña, lo que dificulta aún más su tratamiento. Cada año, alrededor del 3 % de los pacientes con migraña episódica pasan a tener una migraña crónica.
Asi las cosas, la migraña es una de las enfermedades más incapacitantes y subestimadas a nivel global. Es crucial mejorar el acceso a diagnósticos tempranos y tratamientos efectivos para minimizar el impacto de esta enfermedad en la vida de millones de personas.
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