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Chernóbil se ha convertido en destino turístico tras la serie de HBO y las fotos de los influencers son motivo de indignación en las redes sociales.
La moda por el 'turismo de catástrofes' se nos ha ido de las manos
Chernóbil se ha convertido en destino turístico. La ciudad que hace 33 años sufrió uno de los accidentes nucleares más terribles de la historia, ahora forma parte de las ofertas de las agencias de viajes.
Parece mentira pero la demanda de viajes a esta siniestra localización han aumentado hasta un 30% desde el estreno de la serie 'Chernobyl'.
Se trata de retratos hechos en Prípiat
Cada vez son más las personas que se acercan a la zona, dejando sus instantáneas en Instagram. Muchas de ellas irrespetuosas con lo allí ocurrido. Otras, temerarias.
Han pasado ya 33 años desde el accidente y ya no es tan peligroso estar allí como en los años ochenta. Sin embargo, no se trata de un lugar seguro. Hay que acudir tomando precauciones, solicitando un permiso especial, que está solo disponible para residentes y trabajadores. Los turistas solo pueden acudir en viajes organizados en los que se extreman las precauciones, usando mascarillas y llevando consigo un dosímetro para medir constantemente la radiación.
Lo que hacen muchos visitantes en Chernóbil genera rechazo
Desde influencers que se fotografían en ropa interior, quitándose el traje de protección, a chicos mostrando el dosímetro con gesto de burla.
Modelos posando en un viejo columpio de la zona hasta gente dándole de comer a los animales salvajes que habitan la zona.
Solo hay que hacer una búsqueda en Instagram con la palabra 'Chernobyl' para que aparezcan más de 270.000 resultados, con imágenes de todo tipo. Algo similar a lo que ocurre con las fotos en Auswitch.
Auschwitz
El museo del antiguo campo de exterminio nazi de Auschwitz, construido por el Tercer Reich en la Polonia ocupada, ha pedido a sus visitantes que se abstengan de hacerse posados y fotos frívolas en un recinto donde “se asesinó a un millón de personas”.
“Cada año nos visitan cientos de miles de personas de todo el mundo, y lamentablemente vemos como una parte de ellos aprovechan su recorrido por el antiguo campo de concentración para hacerse fotos en actitud frívola, sin tener en cuenta que están en un lugar donde ocurrió una tragedia humana”, explicaron a Efe desde el museo de Auschwitz.
La gota que ha colmado el vaso de la paciencia en Auschwitz son las fotografías que varios visitantes se hacen caminando sobre las vías de la línea férrea que conducía a los deportados a los campos de concentración, y que inmediatamente suben a sus redes sociales.
“Hay lugares mejores para aprender cómo andar sobre una viga que en un lugar que simboliza la deportación de cientos de miles de personas”, lamentan los responsables del museo de Auschwitz a través de su cuenta en Twitter, donde muestran varios ejemplos de estas “imágenes frívolas”.
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