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Hoy en día, la mujer africana sigue siendo señalada por su entorno en cuanto al emprendimiento de las actividades empresariales, un hecho que sería imposible sin tener en cuenta a las mujeres. De hecho, una de cada cuatro adultas se dedica al mundo de la empresa y aun así obtienen menos beneficios y cuentan con una educación inferior. ¿Qué ocurre realmente en este continente?
La cultura y los obstáculos que prohíben a la mujer africana cumplir su sueño siguen aumentando
La figura de la mujer africana en el mundo deportivo es igual de importante que en el mundo empresarial. Al igual que vemos Juegos Olímpicos con grandes deportistas de élite, también es comprensible entender el emprendimiento en el continente africano de la mano de las mujeres. Una de cada cuatro adultas se dedica a actividades empresariales y el 58 % de la población autónoma del continente está formada por mujeres.
A pesar de estos grandes avances dentro del mercado laboral, la mujer africana obtiene un 34 % menos de media que los hombres en el mismo continente y solo el 15 % de ellas ha cursado una educación superior. Por eso, el Banco Mundial se pregunta, ¿cómo han llegado hasta ahí? ¿Cuál es el verdadero motivo que les empuja a emprender?
Pues bien. Al igual que las atletas, la mujer africana comienza una carrera que le llevará hacia un futuro mejor. Sin embargo, existen algunos obstáculos que ralentiza e incluso paraliza su sueño: las altas tasas de los colegios de secundaria, las prohibitivas carreras universitarias y los cursos de formación profesional inexistentes. A estos elementos se le suman los embarazos precoces o los matrimonios tempranos, que junto a lo anterior interrumpen la educación y la llegan a paralizar de forma indefinida.
El mundo dominado por hombres también dificulta la posibilidad de emprender
El simple hecho de ser mujer también llega al continente africano. En un mundo dominado por hombres y en sociedades muchas veces machistas, es casi imposible cumplir su sueño de emprender. El mundo empresarial en África, al igual que en muchas otras zonas del mundo, está dominado por hombres. Sin embargo, son muchos los nombres y modelos a seguir, por ejemplo, la zimbabuense Divine Ndhulukuka, la zambiana Constance Bwembya Sampa o la ugandesa Julian Adyeri Omalla.
Muchas de ellas sí han podido contar con una educación superior y emprender en sus carreras soñadas. Según explica Bwembya, “el mayor reto para las mujeres emprendedoras en Zambia es que crean en ti. La familia considera que como mujer tienes que ser enfermera o profesora, trabajos dependientes del Gobierno, y que no puedes aspirar a nada más en el ámbito laboral. En el momento en el que planteas que tu sueño es ser emprendedora, nadie te toma en serio”.
En cuanto al sector turístico, la mujer africana tiene que demostrar mucho más que los hombres, una situación muy similar a la de España. Se trata de un sector muy machista y dominados por hombres blancos, lo que impide el lanzamiento de la mujer emprendedora negra dentro del sector.
El emprendimiento femenino en África debe tener un factor protagonista: la igualdad de oportunidades
En un día tan importante como hoy, Día Mundial de la Mujer, es de vital importancia reconocer el emprendimiento femenino en África a través de la igualdad de oportunidades, mismos logros y beneficios.
Por eso, la ONG española KUBUKA en Zambia continúa trabajando por el emprendimiento femenino a través de programas de microcréditos, educación formal y no formal, y apoyando el liderazgo femenino para situar a la mujer africana como el motor esencial en el desarrollo del propio continente.
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