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La costa este de Australia vive unos días negros a consecuencia de los incendios que están arrasando todo a su paso. Pero el fuego también se está cobrando la vida de cientos de koalas. Se calcula que unos 350 animales que vivían en una reserva de Nueva Gales del Sur, en Lago Innes de Port Macquarie, han muerto. La cifra asciende hasta los 1.000 ejemplares si lo elevamos a todo el estado.
En mitad de las llamas, una mujer se ha convertido en heroína local y en protagonista de los informativos. Su proeza ha sido rescatar de las llamas a un ejemplar que estaba rodeado por el fuego cerca de Long Flat. Toni, así es como se llama la vecina, explicó después al canal Nine News que corrió en ayuda del animal sin pensárselo. Lo cogió del árbol, lo envolvió con su camiseta y con una manta, y luego vertió agua sobre sus patas quemadas.
Una vez puesto a salvo, lo llevó a una clínica para animales de Port Macquarie. Allí está siendo tratado por las quemaduras, pero su estado es muy grave. El vídeo ha provocado una ola de solidaridad y donaciones de los australianos ante la dureza de las imágenes.
El koala, al que han bautizado como Lewis, gritaba de dolor
Algo similar ocurrió el pasado sábado, cuando bomberos y voluntarios atendieron a otro koala en circunstancias parecidas. El vídeo del momento en que le daban agua también se viralizó en la red.
Un millón de hectáreas calcinadas en Australia
Los incendios forestales han destruido ya cerca de un millón de hectáreas de tierras de cultivo y arbustos en las últimas semanas. Después de tres años de sequía que los expertos atribuyen al cambio climático, la situación ha sido aún más virulenta.
En Nueva Gales del Sur había este martes 60 focos activos y las autoridades confirmaron que el humo, que llegaba hasta Sídney, era 10 veces superior a los niveles considerados peligrosos para la población. Por su parte, el Departamento de Salud de dicho estado ha aconsejado a la población no salir de sus casas.
"Para la mayoría de las personas, el humo causa síntomas leves, como dolor en los ojos, la nariz y la garganta. Sin embargo, las personas con afecciones como el asma, el enfisema y la angina son más propensas a ser sensibles a los efectos del humo sobre la salud", ha alertado Richard Broom, director de salud ambiental de Nueva Gales del Sur.
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