Los perfiles y recursos más comunes de las mujeres en las “colas del hambre”

El fenómeno de las "colas del hambre" visibiliza la crisis de inseguridad alimentaria, especialmente entre mujeres, que enfrentan trabajos precarios y responsabilidades familiares. Factores estructurales y la crisis de la COVID-19 exacerban la desigualdad. Se destaca el rol de las mujeres en hogares monoparentales y su lucha diaria por derechos básicos.

Las “colas del hambre” se caracterizan principalmente por mujeres

La imagen de las “colas del hambre” es impactante, pero representa solo una parte visible de la pobreza. Las mujeres son mayoría en estas filas y también en el casi 30 % de personas en España en situación de exclusión. Su mayor vulnerabilidad económica se debe a diversos factores, desde trabajos precarios hasta responsabilidades familiares.

La feminización de la pobreza es evidente en hogares monoparentales, donde el 80 % están liderados por mujeres. La gestión de la inseguridad alimentaria recae en gran medida en las mujeres, quienes enfrentan dificultades para acceder a recursos básicos.

A pesar de algunos avances que hemos experimentado en la actualidad, los datos muestran que las mujeres siguen siendo más vulnerables que los hombres a caer en la exclusión social. Por eso, muchas entidades continúan su lucha contra la pobreza y el hambre, pero también para reducir esa desigualdad que se crea en otros ámbitos, como en este caso.

La importancia de abordar el estigma y enfrentarse a la inseguridad alimentaria

Ante esta situación cruel, es crucial abordar el estigma asociado a la situación de las personas que enfrentan inseguridad alimentaria, sin descuidar la garantía de sus derechos fundamentales. Noelia de Pablo, de Cáritas, destaca la importancia de dignificar el acceso a la alimentación, promoviendo propuestas más allá del simple reparto de alimentos. Las tarjetas solidarias, por ejemplo, permiten a las familias gestionar su consumo y contribuyen positivamente al comercio local.

Sonia González, de Acción contra el Hambre, hace hincapié en la necesidad de un pacto social contra la pobreza que evalúe la efectividad de las políticas públicas. Es crucial abordar las problemáticas subyacentes en lugar de simplemente proporcionar ayudas temporales. Las organizaciones coinciden en la importancia de abordar la inseguridad alimentaria en su totalidad, incluyendo la calidad de los alimentos y la prevención de situaciones de emergencia alimentaria.

Las entidades sociales siguen luchando contra el problema alimentario

Acción contra el Hambre aboga por la implementación del indicador FIES, utilizado por la FAO para medir la inseguridad alimentaria. Este enfoque permite abordar las raíces del problema y no solo sus manifestaciones superficiales. Sonia González enfatiza la necesidad de políticas de empleo dirigidas a quienes tienen dificultades para acceder y mantenerse en el mercado laboral.

Por otro lado, es fundamental enfrentar tanto la desigualdad vertical entre ricos y pobres como la horizontal entre diferentes segmentos de la población, incluyendo la brecha de género. Además, González subraya que tener empleo no debería equivaler a vivir en la pobreza, sino más bien a garantizar mejores condiciones de vida para todos.