Estas son las mujeres que han hecho una buena gestión de la crisis del coronavirus

Durante esta crisis que asola al mundo hay varios casos de mujeres que han realizado una buena gestión de la situación en cada uno de sus países.

Muchas han aplicado estrategias diversas, que contaban con una prevención temprana, la realización de pruebas y una comunicación efectiva y transparente.

Estos países, que representan un 7% de lugares mundiales gobernados por mujeres, presentan cifras de contagios y muertes mucho menores.

Aunque los expertos destacan que esto no quiere decir que aquellos gobiernos encabezados por hombres no estén realizando bien su trabajo, pero son pocos los países gobernados por mujeres que están aplicando medidas poco efectivas con la crisis.

Las mujeres que alcanzan posiciones de poder suelen estar sobrecualificadas

Silvia Claveria, investigadora de la Universidad Carlos III, especializada en estudios de género, élites políticas y comportamiento electoral, indica que las mujeres que alcanzar puestos de trabajo con poder suelen estar sobre cualificadas, y es que se enfrentan con el hecho de que tienen que superar muchas más barreras a la hora de alcanzar cargos importantes en política. 

A parte, la experta señala las mujeres en dichas posiciones tienden a priorizar las cuestiones del estado de bienestar, ya que suelen depender algo más de todos los servicios que el estado ofrece.

Estas circunstancias hacen que, una vez en el poder, prioricen este tipo de políticas que permiten estar más preparados para crisis con esta envergadura social.

Son diversos los estudios que han demostrado que las mujeres líderes de empresas, cuando se da una crisis la superan mejor que los hombres. Eso se debe a que hacen inversiones menos arriesgadas.

Estos son algunos de los países liderados por mujeres y que han contado con una buena gestión

Alemania, con Ángela Merkel

Este país cuenta con un 30% menos de contagiados que en España. El Instituto de Coordenadas atribuye este éxito a la fortaleza y eficiencia de un modelo sanitario que ha sustentado toda la estrategia de combate del coronavirus aplicada por el gobierno alemán.

Y es que se ha invertido previamente y se cuenta con importantes recursos, pero la crisis se está solventando con una calidad y una gestión eficaz.

Taiwán, con la presidenta Tsai Ing-wen

Decidió imponer medidas de intervención tempranas y agresivas cuando comenzaron a difundirse las primeras noticias del coronavirus a finales de 2019.

Suspendió todos los vuelos extranjeros y puso en marcha un paquete de 124 medidas para evitar la propagación, sin necesidad de tener que recurrir al confinamiento.

Ahora, un país que podría haber sido muy vulnerable al COVID-19 por su cercanía a China y por no ser miembro de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuenta con sólo 430 casos confirmados y seis muertes por coronavirus.

Además se ha permitido el lujo de donar diez millones de mascarillas a Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.

Dinamarca, Finlandia, Islandia y Noruega, gobernados por mujeres que llevan a la vuelta progresiva de la normalidad

En los países nórdicos, destaca la comunicación clara y firme de las líderes de Noruega, Dinamarca, Finlandia e Islandia, que ya están iniciando una progresiva vuelta a la normalidad

Sanna Marin, primera ministra de Finlandia, cuenta con el apoyo mayoritario de la población por su estrategia de comunicación, basada en la transparencia y la apertura.

De la misma forma, Noruega, tuvo una reacción temprana al virus gracias a Erna Solberg que permitió una contención controlada del virus, con la aplicación de medidas estrictas en el país, que actualmente cuenta con 1.904 casos positivos y 214 fallecidos.

En Islandia, Katrín Jakobsdóttir, dio ruedas de prensa para niños, y contaba con el apoyo de muchos ciudadanos, y realizó pruebas determinantes masivas, que han sido gratuitas en todo el país, lo que ha permitido localizar y aislar nuevos contagios.

Nueva Zelanda, con Jacinda Arden

Su primera ministra impuso el aislamiento en todo el país cuando solamente contaban con seis casos positivos confirmados. Bloqueó la entrada de extranjeros a los poco días.

Actualmente, Arden planeta relajar las medidas de cuarentena parcial en el país, pues cuenta con 1.137 casos positivos y 20 muertos.

Pero hay que ser precavidos pues no se las puede considerar como 'mamás del estado'

El caso es que los medios de comunicación tenemos que tener cuidado a la hora de tratar estos temas, pues según la politóloga"se tiene que ir con mucho cuidado de no considerar que las presidentas mujeres lo han hecho mejor porque parezcan una 'mamá del estado", ya que en política, se suelen valorar cuestiones muy estereotípicas femeninas, como la empatía o el aspecto físico.

Según la politóloga, "en los países nórdicos cuentan con niveles de confianza entre los ciudadanos y hacia los políticos mucho mayores que España o los países del sur". Y dicha confianza ya existía antes de esta crisis mundial.

A pesar de estos buenos datos, se debe valorar que las mujeres lo están haciendo mejor, por lo que habría que analizar si es algo puntual y observar las condiciones previas del país.

Los países gobernados por mujeres demuestran que se han alcanzado valores más igualitarios en esos lugares

Las mujeres políticas cuentan con la dificultad de romper con los prejuicios sociales que recaen sobre ellas. "Los ciudadanos valoran mucho más negativamente a las mujeres políticas que a los hombres, por lo que las penalizan más", afirma Claveria.

De este modo, los países en los que hay una mujer en el poder, "seguramente son países con valores más igualitarios entre los ciudadanos", asegura la politóloga.

La presencia de mujeres en política tiene impactos, en cómo gestionan la crisis, y en las políticas determinadas que ponen en marcha.

"Pero sobre todo, lo importante es que, simbólicamente, sean un modelo a seguir", confiesa Claveria, que además opina que si los resultados de estos gobiernos son positivos, esto será beneficioso para todos los ciudadanos.

Y más para las mujeres, pues podrán acercarse a la política, un mundo en el que aún se las tienen que valorar igual que a los hombres.