Madrid ya tiene su primer Museo de la Felicidad y promete que saldrás de él con la batería de endorfinas recargada

Madrid ha sido la elegida para ser sede del primer Museo de la Felicidad en España. Este modelo nuevo de ocio, busca aunar las enseñanzas que transmiten los museos con actividades interactivas para sentir la premisa principal: felicidad. De esta forma, a través de los pasillos de este espacio, los visitantes se van encontrando con todo tipo de experiencias y actividades que buscan ser inmersivas, así como un recorrido por la historia de esta gran emoción.

"Todo lo que exponemos en el museo tiene rigor y tiene aval científico. Muchas veces hacemos un viaje a través de la geografía, la historia y la cultura", ha comunicado Pablo Claver, director del Museo de la Felicidad madrileño en una entrevista para A3media. Estudios que también buscan integrar actividades que promuevan la autoestima, como poder abrazar peluches gigantes, o encerrarte en una cabina de la risa para poder segregar endorfinas.

Un museo para experimentar la felicidad

Desde tiempo inmemorables, el ser humano ha buscado la felicidad. Un sensación que ni si quiera hemos podido definir del todo, ya que se compone de muchos factores, tanto fisiológicos como psicológicos. Lo cierto es que aunque no seamos capaces de definirla y no paremos de buscar un camino directo que nos lleve a ella, todos tenemos la necesidad de experimentarla en nuestra vida.

La felicidad tiene un componente químico en nuestro cerebro, donde es necesaria la segregación de ciertas hormonas que nos puedan facilitar la emoción. Por eso se sabe que existen algunas actividades que inevitablemente nos harán sentir felices aunque vengamos de pasar una mala racha. Una actividad más que comprobada es la risa. Muchos dicen que incluso solo basta con sonreír para que nuestro cuerpo inicie el proceso, pero en este museo tienen un 'risódromo' para que lo experimentamos al completo.

Pero no solo el reír nos hace sentir felices. El consuelo, la conexión con el otro o la empatía son elementos que también apelan al plano psicológico y que nos ayudan a sentirnos felices. Abrazar a alguien, escuchar una canción que nos haga sentir bien o pasar momentos divertidos con personas a las que apreciamos, nos ayuda a ser un poco más felices en nuestro día a día. Por eso el Museo de la Felicidad está pensado para ser una actividad que se comparta en grupo o familia.

¿Tiranía de la felicidad o una necesidad imperiosa?

Muchos hablan de que nos estamos sumergiendo en una sociedad que se rige por la "tiranía de la felicidad", donde estar felices se convierte en una máxima y expresar nuestros miedos o tristezas se llega a castigar. Por otro lado, ante un mundo hostil que pocas veces tiene buenas noticias para la gran mayoría o después de haber salido de una pandemia, quizá experimentar algo tan necesario como la felicidad no esté de más, aunque sea en un lugar en el que pocos se imaginarían que pudiesen llegar a experimentarla, como un museo.