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Es sorprendente cómo, cuando un cuerpo se apaga, otro puede volver a la vida gracias a la magia de las donaciones de órganos. En 2023, España registró 5.861 trasplantes, alcanzando un récord con 48 trasplantes en un solo día. Este logro se debe a la generosidad de 17 familias que, en medio del dolor por la pérdida de un ser querido, decidieron decir sí a la donación.
La donación de los órganos se traduce en un avance médico de solidaridad
Es fascinante contemplar cómo, en medio del cierre de una existencia, otra tiene la oportunidad de renacer gracias a la generosidad que encierra el acto de donar órganos. En el año 2023, España se erigió como un faro en esta noble causa al registrar un total de 5.861 trasplantes de órganos, una cifra que no solo testimonia el avance médico sino también la solidaridad de su sociedad.
Recientemente, apenas unos meses atrás, se marcó un hito sin precedentes gracias al altruismo que late en el corazón de los españoles. En un lapso de 24 horas, se llevaron a cabo 48 trasplantes, una hazaña que resplandece como un testimonio vivo de la capacidad de un país para unirse por una causa común.
¿Pero cómo puedo convertirme en donante tras mi fallecimiento? Esta interrogante, crucial y urgente, se convierte en un llamado a la acción en un contexto donde cada gesto cuenta, donde cada sí puede significar la diferencia entre la vida y la muerte para alguien que aguarda en la penumbra de la enfermedad.
Condiciones necesarias para poder ser donante
No todos los que desean ser donantes pueden llegar a serlo, ya que solo se considera la obtención de órganos viables para trasplante en situaciones específicas, como el fallecimiento por muerte cerebral o la parada cardíaca, siempre y cuando estén en buen estado. Generalmente, provienen de personas jóvenes, pero cada caso se evalúa individualmente.
Los órganos que pueden donarse incluyen riñones, hígado, corazón, páncreas y pulmones, así como algunos tejidos como huesos, córneas y válvulas cardíacas.
Manifestar la intención de donar a los familiares en vida es crucial. Aunque la ley de trasplantes en España presume que todos somos donantes a menos que se indique lo contrario, en la práctica se siguen procedimientos para respetar la voluntad del fallecido.
Los familiares son los encargados de transmitir los deseos del individuo fallecido, ya que son testigos de su última voluntad. Para dejar constancia de nuestra decisión sobre la donación, existen tres vías:
- Comunicar la decisión de donar a nuestros seres queridos.
- Solicitar la tarjeta de donante de órganos y tejidos a la Organización Nacional de Trasplantes, que aunque no tiene valor legal, es una forma de demostrar la intención.
- Registrar nuestras voluntades anticipadas en el Registro de Voluntades Anticipadas.
En caso de que los familiares no estén al tanto de los deseos del fallecido, tendrán la última palabra. Por ello, comunicar nuestra voluntad en vida puede evitar que la decisión recaiga únicamente en ellos.
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