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El derecho al aborto vuelve a ser tema de debate. En esta última década, se han estado sucediendo cientos de movimientos en todo el mundo de facciones que luchan por este derecho y sus oponentes, que lo ven contrario al derecho a la vida. El tema ha sido traído nuevamente a la actualidad tras los últimos acontecimientos en varios estados de los Estados Unidos, donde la capacidad de poder abortar se prohibido y negado, después de que el Tribunal Supremo de EE.UU. quitase la protección federal a este derecho, que llevaba en vigor desde 1973.
Frente a esta nueva oleada de prohibiciones y debate, el Parlamento Europeo ha levantado la mano, para que el aborto se incluya en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea. De momento la propuesta, avalada por los grupos socialdemócratas, liberales, verdes y de izquierda, ha conseguido la mayoría alternativa, lo que les permite poner en marcha la solicitud para la reforma del artículo 7 de la Carta.
El aborto como derecho fundamental
Este primer paso es de gran relevancia en lo que se refiere a la materia del aborto y su derecho. Que sea incluido en la Carta de Derechos Fundamentales, modificando el artículo 7, supone que los 28 miembros y todos aquellos que pretendan formar parte de la Unión Europea, deberán compaginarse con estos valores. El artículo 7 de la Carta, recoge únicamente el derecho al respeto de la vida privada y familiar, entre otras cuestiones, pero en este derecho a la privacidad, venía recogido de forma implícita el poder aborta.
Sin embargo, ahora quieren que el derecho al aborto quede reflejado de forma más explícita, para que pueda ser plenamente seguro y legal. Para poder llevar a cabo esta reformulación y que entre en vigor finalmente, hace falta unanimidad en los votos de los miembros de la eurocámara. Queda trabajo por hacer, pero esta primera iniciativa es una muerta de voluntad y de la dirección en la que la mayor parte de los miembros de la Unión quieren dirigirse con respecto a este asunto.
Soraya Rodríguez, eurodiputada de Ciudadanos, una de las promotora del texto, se mostró contenta por el resultado de esta propuesta "el camino para conseguir que el derecho al aborto legal y seguro sea un derecho fundamental se abre paso".
Derecho a la salud sexual y reproductiva
Según parlamentarios de la eurocámara que votaron a favor de este primer paso, se busca especialmente el proteger los derechos de la salud de las mujeres en el ámbito sexual y reproductivo, para que estos dejen de afectar de "manera desproporcionada a las mujeres en situación de pobreza, en particular las mujeres racializadas, de zonas rurales, las personas LGBTIQ, las mujeres con discapacidad, las adolescentes, las mujeres migrantes y los hogares monoparentales encabezados por mujeres". "Los derechos valen lo que valen sus garantías. Queremos dotar al derecho al aborto legal y seguro de todas las garantías políticas, constitucionales y políticas", se recalcó durante el proceso.
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