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Es bastante común culpar a la edad de la pérdida de memoria. Sin embargo, existen muchas otras causas que pueden explicar estos problemas de memoria, además de los hábitos que necesitaríamos para poder fortalecerla.
¿Cuáles son las causas más comunes de la pérdida de memoria?
Seguramente que te hayas preguntado alguna vez eso de: ¿a por qué venía?, ¿qué te iba a decir? Pues bien, este “problema” de memoria no siempre está relacionado con la edad, ya que es muy común hacernos estas preguntas, independientemente de la edad que uno tenga.
Sí es verdad que la edad puede influir bastante en la pérdida de memoria, pero no ocupa el 100 % de las causas. A continuación, Canal Salud IQM, nos señala cuáles son las causas más frecuentes de este “problema mental”.
- Trastornos del sueño.
- Factores psicológicos. Entre ellos destaca el estrés, la depresión y el miedo al factor hereditario. Todo ello suma puntos a la hora de hablar sobre la pérdida de memoria.
- Alimentación. Aquí es cuando decimos lo típico de: “somos lo que comemos”, y así es. Nuestro cerebro necesita determinadas vitaminas que nos ayuden a fortalecer nuestra cabeza, por lo que una mala alimentación nos causará problemas de memoria.
- Sedentarismo. Llevar una vida sedentaria puede relacionarse con problemas muy graves para la salud, por ejemplo, la diabetes, la obesidad o la hipertensión, pero también patologías neurológicas graves.
- Envejecimiento.
- Enfermedades neurológicas.
¿Cómo se pueden prevenir los problemas de memoria?
Para poder llevar una vida plena y sana, tanto en tu cuerpo como en tu mente, es necesario contar con algunos hábitos y recomendaciones para prevenir la pérdida de memoria. Lo más importante es llevar una vida saludable e incluir en nuestras rutinas técnicas de relajación. En el caso de que los problemas más graves, es mejor acudir a un especialista, ya que puede repercutir sobre nuestro día a día.
La memoria es uno de los procesos mentales que más afectados se ven por la vejez, pero también por la forma de vida. Por eso, conocer nuestro músculo y ejercitarlo es de vital importancia para evitar la pérdida de memoria.
En la actualidad existen algunas actividades que nos ayudarán a trabajar la memoria, como, por ejemplo: escribir un libro o una historia, recordar noticias durante momentos donde no tengamos que realizar ninguna tarea o simplemente hacer tareas duales.
Diferencias entre envejecimiento y pérdidas patológicas
Aunque no lo parezca, es posible diferenciar la pérdida de memoria propia del envejecimiento y la patológica.
- Cuando es imposible recuperar la información. Recordar palabras como caballo o pelota es sinónimo de que la memoria ha grabado la información, aunque cueste recuperarla. Cuando somos incapaces de decir una sola palabra aún dando pistas, ahí existe un problema grave de memoria.
- En la mayoría de los casos, cuando los problemas de memoria se deben a una enfermedad, la persona es consciente de ello y pueden aparecer mecanismos de negación y defensa.
- Los olvidos son más graves cuando van acompañados de dificultades del habla o contar lo mismo varias veces. Esa es la señal que te avisa de que la situación va a peor.
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