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Cuando hablamos de deporte es inevitable pasar por alto el enorme valor que posee para mejorar nuestra condición física y, además, nuestro sistema cardiovascular, locomotor, metabólico, endocrino y nervioso. Sin embargo, varios estudios han comprobado los beneficios del ejercicio para el tratamiento de enfermedades como la hipertensión, el asma, la diabetes o problemas renales; también su utilidad en la prevención del cáncer, la obesidad, las enfermedades coronarias o las lesiones lumbares.
Sus efectos a nivel psicológico han sido menos estudiados, pero hoy se sabe también que la práctica de ejercicio físico puede contribuir eficazmente a la prevención y el tratamiento de la ansiedad y la depresión a cualquier edad, en ambos sexos y, sobre todo, en personas que las sufren a un nivel leve o moderado.
El ejercicio físico regular mejora el estado de ánimo y facilita el manejo de emociones negativas como la ira y la rabia
Prácticamente cualquier forma de ejercicio, desde los ejercicios aeróbicos hasta el yoga, puede ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad. Aun si no eres deportista o, incluso, si no estás en forma, un poco de ejercicio puede contribuir en gran medida al manejo del estrés.
Estos son algunos de sus principales beneficios de practicar ejercicio de manera regular:
- El ejercicio físico regular mejora el estado de ánimo ya que diversos estudios han demostrado que facilita el manejo de emociones negativas como la ira y la rabia.
- Su práctica, por otro lado, ayuda a mejorar la calidad del sueño.
- Ayuda a quien lo practica a evadirse de sus preocupaciones diarias y salir del ciclo de pensamientos negativos.
- Mejora la sensación de fortaleza, de seguridad y de control sobre uno mismo y el entorno.
- Por otro lado, también aumenta la autoestima, al mejorar la imagen corporal y hacer que nos sintamos bien con nuestro físico.
- El deporte mejora la regulación del sistema cardiovascular y respiratorio algo que influye a su vez en el sistema nervioso.
- También estimula el sistema inmunológico, facilitando la eliminación de sustancias nocivas y la regeneración del mismo.
- Produce a largo plazo y de forma natural un incremento de los niveles de noradrenalina, implicada en la respuesta del organismo al estrés, y también de serotonina, que mejora nuestro estado de ánimo y reduce los niveles de ansiedad.
- Estimula la glándula pituitaria y la producción de endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad vinculadas a la regulación del dolor y la sensación de bienestar.
¿Y cuáles serían los mejores deportes que pueden ayudarnos a combatir la ansiedad?
Los expertos afirman que el simple hecho de movernos y realizar una actividad física, sea la que sea, ya es beneficioso para reducir los niveles de ansiedad. Si además se añade que dicho ejercicio se realice en equipo, aumentarán las relaciones sociales y la motivación colectiva. Si hacemos un esfuerzo físico considerable liberaremos más energía y evitaremos el aumento de peso. Por último, si elegimos ejercicio que no implique una gran concentración podremos evadirnos de nuestros problemas.
Por otro lado, también sugieren combinar su práctica con otras disciplinas donde se priorice la relajación, los ejercicios de respiración y el movimiento energético como el pilates, el yoga, el taichí o el Qi Gong.
Independientemente de lo que hagas, no pienses en el ejercicio como una tarea más de la lista. Busca una actividad que disfrutes e incorpórala en tu rutina regular. Como decíamos, cualquier forma de actividad física te puede ayudar a relajarte.
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