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La llegada del frío es sinónimo de abrigarse, de resfriarse, de perder algún que otro guante, de resguardarse aún más en casa si cabe, después de confinamiento, teletrabajo y pandemia mediante. Los caldos copan las mesas para gusto del estómago después de una mañana o tarde luchando contra las bajas temperaturas. Lo mejor de los platos de cuchara es lo saludables y nutritivos que resultan por su abundancia de verduras. Resultan versátiles en todo tipo de menús, ya sea de primero, de segundo o como plato único. Es hora de comprar unos picatostes y tomar nota de estas diez recomendaciones:
Platos de cuchara para celebrar la llegada del frío
Sin duda, las sopas y los purés son los protagonistas del otoño y del invierno, una vez aprendido qué hay que plantar en el huerto en octubre. Pero también es momento de los arroces jugosos, las legumbres, los cocidos y todo lo que suene a guiso a fuego lento. Si tienes algo más de tiempo de lo que tarda en freírse un huevo frito, estos diez platos no te decepcionarán:
Sopa juliana
Elaborada 100% con ingredientes vegetales, la sopa juliana se compone esencialmente de puerro, zanahoria, repollo, apio y nabo.
Cocido madrileño
Es uno de los platos de cuchara más representativos de la cocina de Madrid. Está compuesto principalmente por garbanzos y carne (pollo, chorizo, tocino, jamón). También lleva zanahorias, repollo y patatas. Hay sitios que lo preparan vegano, como en Viva Chapata (C/ Ave María, 43).
Pote gallego
En Galicia, el 'cocido' se prepara y se toma por separado. Los garbanzos por un lado, la carne por otro, la verdura y patata entre medias y todo en abundancia. Se come idealmente acompañado de los ricos grelos, una verdura que se cosecha en enero y febrero. También suele llevar criollos, un chorizo típico de la cocina gallega algo más picantón que el tradicional.
Escudella
La escudella es una sopa habitual de invierno tradicional de Cataluña y de la Comunidad Valenciana. A diferencia de otros cocidos, se caracteriza por las pilotes de carne picada que lleva y de los galets, un tipo de pasta grande en forma de concha. La combinación de pasta, carne y verduras hacen de la escudella uno de los platos más contundentes de esta lista.
Marmitako de bonito
Muy típico de la gatronomía vasca. El markitako se prepara con caldo de pescado (fumet) y se toma habitualmente en una cazuela de barro. Es un festín de sabor gracias a los pimientos, ajos y guindillas que lleva su receta, todo bien acompañado de tomate, cebolla y patatas cocidas. Delicioso para los amantes de los platos de cuchara de variedad marina.
Crema de verduras
Las hay de zanahoria, calabaza, calabacín, champiñones y un sinfin de variedades. Sientan de lujo en almuerzos y cenas y hay una que destaca por sus grados centígrados: la vichysoisse, que se sirve fría. Estos purés suelen ir mezclados con queso o mantequilla para hacerlos más cremosos y palatables.
Sopa minestrone
Típica de la cocina italiana, la sopa minestrone lleva apio, zanahoria, alubias blancas, tomate y calabacín, con su correspondiente parte de ajo y cebolla. Para hacerla típicamente italiana en comparación con el resto de platos de cuchara, lleva un buen pellizco de queso parmaseno rallado. También se compone de pasta y caldo de pollo, lo que la hace en suma un caldo altamente calórico.
Borsch
Otro plato internacional, esta vez de la gastronomía rusa. La principal característica del borsch es la remolacha, ingrediente principal que le da un sabor dulce dulzón y reconfortante. La lista de elementos es amplia: zanahoria, patata, apio, cebolla morada, lombarda, ajo, comino, caldo (de verduras o carne), tomate, vino tinto, coles y eneldo, sin olvidar la sal y pimienta, con un toque diferencial de azúcar moreno. Puede llevar ternera o quedarse vegetariana. Una vez servida, se añade un buen cucharón de crema agria o de yogur.
Fabes con almejas
Si tienes hambre y el tiempo acompaña, unas onerosas judías blancas con moluscos caerán de miedo en la digestión, que tendrá un regusto a perejil, vino blanco y laurel. Las fabes son para platos de cuchara típicos de Galicia y Asturias, pero también de Segovia, donde estas judías de gran tamaño reciben el nombre de judiones. Los más típicos de la cocina castellano-leonesa son los judiones de La Granja, cuya receta es más cárnica que la norteña.
Arroz con gurumelos
El otoño es época de setas y el gurumelo (Amanita Ponderosa), que abunda principalmente en Huelva y en el sur de Extremadura, casa de un modo espectacular con un arroz caldoso a base de agua, tomate, cebolla, pimiento rojo y ajo para conferir uno de los platos de cuchara más sabrosos.
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