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En España, se requieren 89.324 plazas residenciales para alcanzar una proporción de cinco por cada 100 personas mayores de 65 años, además de al menos 35.000 plazas para cubrir la demanda de personas con dependencia severa. Un informe de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales señala que, en 2023, el sector residencial experimentó un retroceso, con una disminución de plazas residenciales y el índice de cobertura más bajo desde 2010.
Las plazas residenciales en España disminuyen en España
En España, el déficit de plazas residenciales para personas mayores es cada vez más crítico. Se estima que se necesitan 89.324 plazas adicionales para cumplir con la proporción de cinco plazas por cada 100 personas mayores de 65 años. Además, para satisfacer la creciente demanda de atención a personas con dependencia severa, se requieren al menos 35.000 plazas más.
Aunque en los últimos tres años se han sumado 6.031 plazas, el aumento de la población mayor de 65 años, que ha crecido en más de 600.000 personas, ha hecho que la oferta siga siendo insuficiente. Las comunidades con mayor déficit de plazas son Andalucía y Comunidad Valenciana, mientras que en Castilla y León existe un exceso de plazas residenciales.
Además, la mayoría de las plazas residenciales en el país son de financiación pública, aunque aún existen importantes desigualdades en su distribución entre las distintas regiones.
Una estrategia para la convivencia de las personas mayores
En 2023, el Ministerio de Derechos Sociales, junto con las comunidades autónomas, presentó una estrategia para promover la desinstitucionalización, es decir, permitir que las personas dependientes permanezcan en sus hogares. Sin embargo, hasta ahora no se han dado avances significativos en este plan.
Los servicios de atención domiciliaria, como la ayuda a domicilio, siguen siendo insuficientes, con una cobertura de solo 5,5 %, ligeramente superior al nivel prepandemia. Además, el número de horas de atención mensual se mantiene en 21,1 horas, sin cambios desde 2012.
Esta falta de evolución dificulta el progreso hacia la desinstitucionalización y afecta negativamente a la conciliación familiar, especialmente de las mujeres, que suelen ser las principales cuidadoras.
La asociación también destacó la necesidad de un censo actualizado de centros residenciales para conocer la realidad de este sector.
Asimismo, señalaron que la actual medición de la cobertura en función de la población mayor de 65 años no refleja adecuadamente la situación real, ya que la media de edad de los residentes en centros es cada vez más alta y muchas personas desean quedarse en casa el mayor tiempo posible.
Un posible acuerdo para mejorar las plazas y necesidades de las personas mayores
Se ha solicitado al Imserso que, junto con el Consejo Territorial, proponga un acuerdo para establecer una nueva ratio de plazas residenciales que sea más adecuada a las necesidades actuales de la sociedad y de las personas mayores.
Este acuerdo debería elaborarse con el asesoramiento de expertos, organizaciones científicas y entidades del sector, para garantizar que la planificación se base en datos reales y no en decisiones arbitrarias.
A pesar de que aún se siguen creando centros residenciales, estos no siempre responden a las necesidades de la población. Por eso, se considera fundamental que la construcción de nuevas residencias no dependa de promesas electorales, sino que se haga de forma racional y planificada.
Además, se debe dar prioridad a la creación de estos centros en las zonas donde realmente se necesitan, acercándolos a las personas que los requieren y a sus familias, para facilitar su acceso y mejorar la calidad de vida de los residentes.
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