La política interna del PPCV define el futuro de Mazón

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08/01/2025 - 17:30
Carlos Mazón en una visita a una feria del mueble.

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En el escenario político actual se distinguen dos caras de una misma moneda: la política en mayúsculas, que busca mejorar la sociedad y servir al bien común; y por otro lado, la política dentro de los partidos, que muchas veces es lo que realmente impulsa las decisiones políticas.

En este contexto, los "fontaneros del partido" se han vuelto expertos en manejar las disputas internas para asegurar su propia supervivencia, lealtades y reconocimiento, con el fin de mantener su puesto y salario. Esta política de pasillo atrae la atención del público no por su importancia, sino por lo absurda y conflictiva que resulta. Los conflictos dentro de los partidos, con sus alianzas cambiantes y luchas por el poder, recuerdan a las tragedias griegas. Así, los partidos políticos, en lugar de ser lugares de democracia, se convierten en espacios oscuros y complicados que podrían llenar muchas páginas de prensa.

La tensión política en el PPCV

La intriga y la tensión de esta política interna parecen diseñadas más para un guion teatral que para servir al interés público, lo que invita a reflexionar sobre el impacto de estas dinámicas en la calidad de nuestra democracia.

Por eso, el próximo 2025 se presenta complicado en varios aspectos. Uno de los principales retos está en el PPCV, donde el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, enfrenta críticas tanto en la opinión pública como dentro de su propio partido, aunque algunos intenten disimularlo o se molesten ante preguntas legítimas que aún permanecen sin respuesta. El futuro político de Mazón dependerá en gran medida de la dirección nacional y de Alberto Núñez Feijóo. Aunque en ciertos momentos pareció que lo dejarían caer, recientemente han optado por respaldar al líder alicantino en un esfuerzo por recuperar el terreno perdido.

La gestión de Mazón

La tragedia de más de 200 muertes es un peso enorme. Sin embargo, la forma en que el president maneja su imagen y comunicación depende únicamente de él. A pesar de los riesgos, en el PP valenciano vuelven una y otra vez a temas como el pago de la comida con Maribel Vilaplana, creando un bucle del que parece imposible escapar.

El PPCV tiene previsto celebrar su congreso este año, salvo que se postergue. Fuera de Mazón, no hay relevo claro, aunque algunos en Génova consideran a María José Catalá, alcaldesa de Valencia, como una alternativa. Sin embargo, en Madrid saben que abrir este tipo de procesos podría ser fatal, especialmente con Mazón al frente de la Generalitat y con encuestas que no lo descartan del todo.

El president ha retomado su actividad interna. Esta semana, por ejemplo, apareció en un acto junto a la alcaldesa de Castellón, Begoña Carrasco, y la presidenta de la Diputación, Marta Barrachina, en un escenario alejado del impacto de la dana. Sin embargo, su intención de normalizar la agenda pública choca frecuentemente con las preguntas incisivas de los medios a la política, de las que rara vez logra salir bien parado.

Equilibrio de poder y los desafíos internos

Morant tiene un equipo fuerte en el ministerio, pero aún no ha logrado transmitir un mensaje claro sobre la autonomía. Por ahora, ha conseguido mantener una calma interna, heredada de Ximo Puig, quien sigue tomando decisiones desde París. Pedro Sánchez apoya completamente a Morant, lo que ha dejado claro que su liderazgo no está en duda y no necesitará un congreso autonómico tras el extraordinario de hace unos meses.

Sin embargo, ya se están preparando los congresos provinciales. En Castellón, Samuel Falomir, aunque tiene el respaldo del partido a nivel regional y nacional, debe confirmar su autonomía y el control del partido.

Se sabe que el socialismo de Castellón está dividido, algo común en la política. La pregunta es si los críticos tienen el valor y las oportunidades para desafiar al actual secretario provincial. Aunque hay descontento, los críticos saben que tienen pocas posibilidades contra el alcalde de l’Alcora, quien ha sido el que ha obtenido los mejores resultados en las elecciones municipales y cuenta con el apoyo de los principales referentes del partido. Falomir ha logrado consolidar un proyecto dentro del socialismo que apunta a un cambio, y en febrero tendrá su gran prueba.

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