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La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) recomendó hoy que las personas con diabetes se realicen controles más frecuentes durante el verano. El principal factor de descontrol glucémico en estos pacientes durante esta época se atribuye principalmente al cambio de hábitos, especialmente en lo que respecta a la alimentación.
“La mayor ingesta de bebidas alcohólicas y no alcohólicas supone un mayor aporte calórico y de hidratos de carbono que, de forma inmediata, producirán un descontrol glucémico y, a medio plazo, un aumento de depósitos grasos y exceso de peso”, según el doctor Manuel Gargallo, del Área de Diabetes de la SEEN.
Las personas con diabetes deben elegir bebidas bajas en calorías
Por tanto, es crucial para las personas con diabetes asegurarse de que las bebidas que consumen sean bajas en calorías y sin alcohol o con un contenido de alcohol de '00'. Además, es fundamental mantenerse hidratados, por lo que deben consumir una cantidad adecuada de agua o infusiones diariamente.
Además, el incremento en el consumo de bebidas fuera del hogar generalmente viene acompañado de aperitivos y snacks que también contribuyen a ese descontrol. Por lo tanto, el médico especialista en Endocrinología y Nutrición enfatiza la importancia de que las personas diabéticas mantengan un control sobre la ingesta para equilibrar esos "extras". "Pueden optar por aperitivos o meriendas con reducciones dietéticas durante las comidas principales", destaca.
Las personas diabéticas sufren riesgo de deshidratación durante el verano
El calor y las altas temperaturas pueden afectar a las personas diabéticas de varias maneras. Según el miembro del Área de Diabetes de la SEEN, estos pacientes tienden a deshidratarse: "Si no están bien controlados, pueden experimentar una mayor frecuencia urinaria.
Además, si sudan mucho debido al calor y no compensan estas pérdidas con una adecuada ingesta de líquidos, corren un alto riesgo de deshidratación. Este riesgo es aún mayor en ancianos con diabetes o aquellos que tienen algún problema renal". Además, algunos medicamentos aumentan la producción de orina, lo que también contribuye a un mayor riesgo de deshidratación durante el verano.
La importancia del ejercicio físico
Además, el calor puede limitar la capacidad de las personas con diabetes para realizar ejercicio físico, lo que puede llevar al sedentarismo y contribuir al descontrol de los niveles de glucosa. Sin embargo, los endocrinólogos destacan que la actividad física en estos pacientes conlleva numerosos beneficios, como la reducción del riesgo cardiovascular, que es la principal causa de mortalidad entre ellos. Además, ayuda a mantener un peso adecuado, favorece el control glucémico, previene y combate la sarcopenia, y tiene un impacto positivo en el bienestar psicológico y en la calidad de vida.
El experto subraya que la insulina es susceptible al calor y puede perder efectividad si se expone a temperaturas elevadas. "Es crucial evitar dejarla dentro de un automóvil expuesto al sol durante horas o cerca de una ventana", advierte.
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