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En contraste con la agitación vivida en el mercado energético durante el año 2022 debido al conflicto en Ucrania, el año 2023 se había perfilado como un periodo de estabilización en este sector crucial. El gas, la materia prima que ejerce una influencia determinante en los precios de la generación de electricidad en Europa, había retornado a niveles normales. Desde febrero, no se había requerido la activación del mecanismo ibérico, ya que el costo del gas se había mantenido por debajo de los 50 euros por megavatio-hora (MWh). La Unión Europea, además, se preparaba para enfrentar el próximo invierno con sus reservas llenas, evitando así grandes compras que podrían haber elevado la demanda y encarecido el gas.
Sin embargo, todo cambió drásticamente a partir del 7 de octubre. En esa fecha, Hamás lanzó un ataque contra Israel, dando inicio a una escalada bélica cuyo desenlace y duración resultan inciertos. Expertos ya pronostican que esta crisis tendrá repercusiones en los precios del gas. Desde el inicio de este conflicto, los precios del gas han experimentado aumentos significativos, alcanzando niveles no vistos en meses. En ocasiones, el precio se ha acercado peligrosamente al umbral que requeriría la reactivación del mecanismo ibérico, justo a poco más de dos meses de su vencimiento, a menos que el Gobierno y Bruselas acuerden una nueva prórroga.
El impacto del conflicto en los precios del gas
Las compras de gas en el mercado diario en España y Portugal reflejan claramente que el ataque inicial de Hamás el 7 de octubre marcó el inicio de una tendencia alcista.
Los precios, que rondaban los 35 euros, alcanzaron picos de 52 euros el 15 de octubre, según los datos del Mercado Ibérico del Gas (Mibgas). A pesar de esta escalada, el precio de 52 euros todavía se encuentra por debajo del umbral necesario para activar el mecanismo ibérico en octubre, establecido en 62 euros.
Las compras a más largo plazo indican que en las próximas semanas, el precio del gas podría situarse por encima de los niveles observados en los últimos meses. Según el Mibgas, el precio a dos meses vista ha ido aumentando desde el ataque inicial de Hamás, llegando a un pico de 55 euros por megavatio-hora el 13 de octubre. Aunque en la actualidad se sitúa en 52 euros, este incremento también afecta a las ventas a uno o varios trimestres a futuro, lo que añade incertidumbre al panorama energético.
Incertidumbre en el suministro de gas y decisiones políticas en Oriente Próximo
Un estudio reciente del Instituto Bruegel plantea inquietudes sobre el impacto del conflicto entre Israel y Hamás en el mercado del gas. Este conflicto podría afectar a los yacimientos de gas de Israel y sus decisiones políticas podrían influir en las exportaciones de gas. Israel ha descubierto nuevos yacimientos en su territorio, convirtiéndose en un exportador de gas hacia Jordania y Egipto en los últimos años. Esto ha permitido la transición del carbón al gas en la generación de electricidad.
A partir del 7 de octubre, tras el ataque de Hamás, Israel ha detenido la producción en una de sus plataformas marinas por razones de seguridad y ha suspendido el flujo de gas a través del gasoducto que conecta con Egipto. Actualmente, se envía gas a Egipto a través de un gasoducto alternativo, pero la incertidumbre persiste acerca del tránsito de energía en la región de Oriente Próximo y sus posibles implicaciones para Europa. El informe de Bruegel destaca que el impacto de la situación actual depende de su duración y podría afectar tanto al equilibrio del gas a nivel doméstico como a nivel regional e internacional.
En medio de esta incertidumbre, la Unión Europea ha tomado una decisión que contrasta con su llamado a los Estados miembros para eliminar medidas extraordinarias de apoyo que se implementaron el año pasado debido a la crisis de precios de la energía. Se ha acordado extender una medida de emergencia que limita los beneficios de las compañías eléctricas hasta junio de 2024. La medida originalmente expiraba el 31 de diciembre, pero la situación actual ha llevado a esta extensión. Esta medida, que se centra en recortar los beneficios de las empresas eléctricas debido a los altos precios del gas, se mantendrá vigente mientras se negocian cambios en el mercado eléctrico europeo.
A pesar de la incertidumbre que rodea la situación energética en Europa, la comisaria de Energía, Kadris Simson, ha expresado un mensaje de calma ante la llegada del invierno. Señaló que la diversificación de fuentes de abastecimiento de gas, el aumento de las reservas y el uso más inteligente del gas han mejorado la situación en comparación con el año anterior. Sin embargo, reconoció que el mercado sigue siendo tenso y que es necesario estar alerta ante posibles cortes de suministro, interrupciones o un invierno particularmente duro, así como posibles ataques a infraestructuras energéticas.
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