Mejorar la producción de agua ayuda a reducir la desnutrición

Desde la FAO denuncian que la producción de agua no se está gestionando adecuadamente y que por ello la nutrición y la seguridad alimentaria corren peligro.

Los efectos del cambio climático están reduciendo las reservas de agua y dañando las agricultura de los países vulnerables, además de la subida de los precio alimentarios a nivel mundial.

El estudio 'Productividad del agua: la brecha entre rendimiento y nutrición' se lanza para resolver los problemas de escasez hídrica y pone sobre la mesa como afecta al contenido de macro y micronutrientes de los alimentos.

Producción de agua y desnutrición

Dicho informe de la FAO sobre la producción de agua, también muestra estrategias para que los agricultores puedan producir alimentos básicos y puedan aumentar a la par los cultivos ricos en nutrientes aun teniendo lluvias irregulares y períodos de sequías.

Cabe destacar que la desnutrición se agrava por la escasez de agua, y que en la Tierra hay un 30 % de la población que vive en ambientes que experimentan estrés hídrico.

Los datos prevén que en los próximos 20 años la escasez de agua y la desnutrición afecten a la mitad de la población mundial. Y es que la brecha existente entre las dietas reales y recomendadas es universal, y se asocia con la mala salud y la muerte prematura, además de que supone costos económicos y sociales elevados.

FAO señala que:

• 151 millones de niños de todo el mundo padecen retraso en el crecimiento
• 51 millones de niños sufren emaciación
• Más de 2 millones de personas presentan deficiencia de micronutrientes

“La variabilidad climática y las precipitaciones inciertas pueden conducir a la desnutrición si desalientan a los agricultores a intensificar y diversificar su producción. Lluvias erráticas, aprovechamiento ineficiente de lluvias, e inundaciones repentinas y mala gestión y producción de agua, que lleva la lluvia directamente al desagüe, contribuyen a la reducción de los rendimientos y la baja productividad de la agricultura”, señala el informe de la FAO.

La mala producción de agua lo reitera el índice de productividad nutricional del agua, que sirve como métrica de referencia para cuantificar el nexo agua alimentos nutrición, en regiones donde se da la escasez de agua y la inseguridad alimentaria y nutricional.

Dicho índice desarrollado por el investigado Renaulty Wallender en el 2000, señala como la producción de agua tiene un papel importante a la hora de enfrentar problemas alimentarios y la competencia por los recursos hídricos inciertos.

Con una correcta gestión del agua ganamos todos

Si se sigue como ahora, ni los agricultores aprovechan la escasa lluvia para los cultivos ni la población con enfermedades relacionadas por la inseguridad hídrica, pueden dar solución a los problemas nutricionales.

Alcanzar una correcta producción de agua hará que los pequeños agricultores aprendan que no tiene nada de malo cambiar a cultivos con alta densidad de nutrientes esenciales, aunque les sean menos familiares y requieran de más cuidados.

La producción de agua puede dar lugar a que se aumente significativamente la producción total y los rendimientos agregando pequeñas cantidades de agua en puntos críticos de una temporada, a través de suplementos hídricos o provisión en sistemas de secano.