Ayúdame3D abre su tercer laboratorio de prótesis 3D en Tanzania para personas con discapacidad

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30/04/2025 - 13:00
Jennifer, mujer amputada, en el laboratorio de Tanzania

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Guillermo M. Gauna-Vivas ha viajado recientemente a Tanzania con su ONG, Ayúdame3D, con el propósito de enseñar a tres jóvenes locales cómo fabricar prótesis de brazo utilizando impresoras 3D.

Durante estas primeras semanas de formación, se han vivido momentos muy emotivos, como cuando Peter, un joven tanzano, volvió a sentirse completo al recibir una prótesis que le permitió montar de nuevo en su moto. Otro instante conmovedor fue el de Mery, quien, tras perder su mano izquierda en un accidente, descubrió que gracias a una sencilla pinza impresa en 3D podía volver a realizar tareas cotidianas y recuperar parte de su independencia.

Guillermo fundó Ayúdame3D en 2017 tras un viaje a Kenia, donde entregó cinco prótesis de brazo impresas en 3D a personas del Valle del Rift. Ahora, su ONG ha inaugurado un nuevo laboratorio de impresión 3D en Mwanda, Tanzania, el tercero de este tipo tras los ya existentes en Kenia y México. Este nuevo espacio está equipado con varias impresoras y materiales, permitiendo a la comunidad local producir y distribuir estas ayudas técnicas de manera autónoma entregándolas gratuitamente en más de 60 países.

Primeros beneficiarios de las prótesis

Una de las primeras personas en recibir ayuda es Jennifer, una joven que perdió su mano izquierda en un accidente de tráfico hace tres años. Desde entonces, trabaja en un pequeño quiosco vendiendo artículos con la única mano que le queda.

En el laboratorio también conoció a Hawa, otra mujer que sufrió una amputación a causa de un accidente vial. Guillermo lamenta que las amputaciones por accidentes de tráfico sean tan comunes en esta región del mundo.

“Cuando ambas vieron el diseño de sus nuevas manos, no pudieron evitar sonreír”, comenta. Las dos se encontraron en este centro tecnológico recién abierto, descubriendo juntas una oportunidad que jamás imaginaron posible.

La pinza de una prótesis sencilla fabricada con una impresora 3D permite recuperar parte de la independencia y autonomía que se había perdido. Así lo explica el joven emprendedor, quien relata que quisieron aprovechar ese momento tan especial para sorprender a las beneficiarias con un detalle hecho con un pequeño juguete con las mismas impresoras que crearon sus miembros ortopédicos, destinado a sus hijos como símbolo de esperanza y futuro.

También atendieron a Peter, un joven tanzano que perdió su brazo en un accidente de tráfico. “Estaba desbordado de felicidad”, comenta Guillermo, al saber que gracias al implante artificial podría volver a conducir su moto, la misma que no había podido usar desde hacía una década.

La impresión 3D que cambia vidas

Cada vez que un equipo de Ayúdame3D llega por primera vez a una comunidad y observa la expresión de alegría y gratitud de la persona que recibe una prótesis, Guillermo lo resume así: “la satisfacción es inmensa”. Este sentimiento está en sintonía con la misión de esta ONG, que cree firmemente en el poder de la impresión 3D como medio para cambiar vidas y construir un entorno más inclusivo.

“Instalar estos laboratorios va mucho más allá de fabricar brazos”, afirma con firmeza. “Las personas formadas en estas tecnologías ahora saben diseñar en 3D, lo que les permitirá crear productos como llaveros o jarrones y quizás, en el futuro, obtener ingresos con ello”. Combinan innovación y compromiso humano para desarrollar soluciones que mejoran la vida de quienes más lo necesitan, promoviendo el emprendimiento social.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen alrededor de 100 millones de personas en el mundo que han perdido alguna extremidad, y aproximadamente el 83% no tienen acceso a ayudas técnicas. Desde hace siete años, la ONG española Ayúdame3D trabaja para reducir esa desigualdad, una labor que fue reconocida en 2020 con el Premio Social de la Fundación Princesa de Girona.

Este mes, la organización está enfocada en capacitar a estudiantes de la región de Mwanza, en Tanzania, con el objetivo de que pronto puedan continuar el trabajo de forma independiente, brindando apoyo a cientos de personas con discapacidad que desconocían que podían recibir este tipo de ayuda, y entregándoles gratuitamente su dispositivo adaptado.

Guillermo M. Gauna-Vivas aún no ha concluido su labor en África, pero ya planea el futuro: “Después de aquí, iremos a nuestro centro en México para actualizar las impresoras, y más adelante esperamos abrir otro laboratorio en Sudáfrica”.

Mientras permanezcan en Tanzania, el equipo compartirá todo su conocimiento con los jóvenes locales hasta que estén completamente preparados. Así, la ONG expande su red de solidaridad, conectando personas y promoviendo un modelo de sociedad más equitativo, cimentado en los valores 3D: Discapacidad, Diversidad y Diferencia, mediante la fabricación de prótesis.

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