Sanidad decide implementar la vacuoterapia, la luminoterapia y la aromaterapia dentro de la lista de pseudoterapias

El Ministerio de Sanidad, basándose en informes de la Red Española de Agencias de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud (RedETS), ha categorizado la vacuoterapia, la luminoterapia en problemas de salud mental, la respiración consciente, el chi-kung/qigong, el zerobalancing, la aromaterapia y las técnicas de relajación basadas en la inducción de sensaciones corporales como pseudoterapias. 

El Ministerio de Sanidad incluye la vacuoterapia, la luminoterapia y otras técnicas esenciales para la relajación

Después de analizar los informes de la Red Española de Agencias de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud, el Ministerio de Sanidad ha determinado que la vacuoterapia, la luminoterapia para problemas de salud mental, la respiración consciente, el chi-kung/qigong, el zerobalancing, la aromaterapia y las técnicas de relajación basadas en la inducción de sensaciones corporales deben ser consideradas pseudoterapias.

Sin embargo, el Ministerio reconoce los beneficios del taichí como una forma de ejercicio físico que mejora la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio muscular, con menor riesgo de lesiones que otras actividades deportivas.

En cuanto a las otras prácticas mencionadas, como la respiración consciente o la aromaterapia, la falta de evidencia científica ha llevado a su clasificación como pseudoterapias, descartando su uso en el ámbito clínico.

Estas ocho pseudoterapias evaluadas son parte de un total de 16 que el Ministerio tenía previsto revisar, por lo que aún queda pendiente conocer la evaluación de las restantes.

¿Cómo son estas pseudoterapias?

La vacuoterapia, que implica el uso de ventosas en la piel, se ha considerado insegura debido a los riesgos asociados y a la falta de evidencia sólida sobre su eficacia en tratar problemas musculares y óseos.

En cuanto a la luminoterapia para tratar trastornos mentales, aunque se ha utilizado ampliamente, la falta de estudios concluyentes sobre su eficacia y seguridad no respalda su uso en la práctica clínica.

La respiración consciente, una práctica que enfoca la atención en la respiración para mejorar el bienestar, no cuenta con suficiente evidencia para respaldar su eficacia en entornos clínicos.

Los ejercicios de chi-kung/qigong pueden ofrecer algunos beneficios para la salud, pero la calidad de la evidencia disponible es baja, lo que limita su recomendación como tratamiento clínico.

Por otro lado, el zerobalancing, una técnica que busca equilibrar la energía y la estructura del cuerpo, carece de evidencia sólida sobre su seguridad y eficacia en cualquier condición clínica.

En cuanto a la aromaterapia, que utiliza aceites esenciales para mejorar el bienestar físico y emocional, ha sido calificada como pseudoterapia debido a la falta de estudios de calidad que respalden su uso clínico.

Las técnicas de relajación basadas en la inducción de sensaciones corporales, como el entrenamiento en relajación autógena, pueden tener beneficios para la relajación, pero la evidencia de su eficacia es limitada.

Varios informes analizan la eficacia y la seguridad de estas prácticas

El informe destaca que aunque el entrenamiento autógeno puede ofrecer beneficios para mejorar síntomas psicológicos y físicos en diversas condiciones de salud, las conclusiones son preliminares debido al escaso número de estudios y el alto riesgo de sesgo. Se enfatiza la necesidad de continuar evaluando la seguridad de estas técnicas.

Hasta la fecha, se han publicado 13 informes de evaluación, que se suman a las 73 terapias inicialmente clasificadas como pseudoterapias debido a la falta de evidencia científica.

Estas 73 pseudoterapias incluyen diversas prácticas como análisis somatoemocional, ángeles de Atlantis, armónicos, breema, constelaciones sistemáticas, cristales de cuarzo, feng shui, gemoterapia, hipnosis ericksoniana, iridología, masaje tibetano, medicina antroposófica, numerología, pirámide vastu, pranoterapia, terapia biomagnética, y muchas otras.

Los últimos nueve informes, publicados en agosto de 2022, analizaron la eficacia y seguridad de prácticas como la acupuntura, el pilates, el yoga, la musicoterapia, la reflexología, la meditación y el masaje estructural profundo.