Nuevos tratamientos antiinflamatorios ofrecen esperanza a pacientes con psoriasis

La psoriasis es una afección crónica e inflamatoria de la piel que impacta significativamente la calidad de vida y la funcionalidad de quienes la padecen, influyendo en sus decisiones a lo largo de su vida. En España, aproximadamente el 2,3 % de la población sufre de esta enfermedad, lo que equivale a más de un millón de personas.

Actualmente, se considera que la psoriasis tiene un carácter sistémico, ya que puede afectar a otros órganos además de la piel. Se ha vinculado a problemas articulares, obesidad, riesgo cardiovascular y trastornos mentales como la ansiedad y la depresión, afectando a un porcentaje considerable de pacientes.

En ciertos pacientes, esta enfermedad puede causar picazón; sin embargo, existen muchas enfermedades de la piel que también provocan prurito, lo que puede dificultar la diferenciación entre estas afecciones.

¿Qué signos pueden indicar la presencia de psoriasis?

"La psoriasis se distingue por la aparición de manchas rojas y con escamas, principalmente en áreas como los codos y las rodillas. Sin embargo, estas lesiones pueden manifestarse en cualquier parte del cuerpo, incluyendo el tronco, el cuero cabelludo, los pliegues de la piel e incluso las uñas", señala Anna López Ferrer, coordinadora del Grupo Español de Psoriasis de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

"El picor es un síntoma general que puede estar asociado a diversas afecciones cutáneas", aclara, por lo que "realizar un diagnóstico adecuado generalmente requiere la valoración de un especialista".

¿Cómo aliviar el picor de la piel? 

La experta menciona que, en términos generales, mantener la piel hidratada suele ayudar a reducir la sensación de picazón en muchos pacientes, pero si este síntoma persiste, es recomendable consultar a un dermatólogo", indica López Ferrer, del Servicio de Dermatología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona.

Además, hay tratamientos que están específicamente diseñados para dirigirse a las vías inflamatorias responsables de la psoriasis. Estos tratamientos han demostrado tener una alta probabilidad de respuesta positiva en un porcentaje considerable de los pacientes que los reciben, lo que significa que muchos pueden beneficiarse de ellos.

En cuanto a los factores que pueden desencadenar la enfermedad, es importante mencionar que esta enfermedad tiende a manifestarse en personas que poseen una predisposición genética. Sin embargo, esta predisposición genética no es suficiente por sí sola para causar la enfermedad. Existen ciertos desencadenantes, como el estrés emocional, infecciones, o traumatismos en la piel, que pueden activar la aparición de lesiones psoriásicas en aquellos individuos que son genéticamente susceptibles.

Es fundamental resaltar que solo las personas que cuentan con esta predisposición genética desarrollarán enfermedades inflamatorias de la piel en respuesta a los factores mencionados anteriormente. Por lo tanto, al evaluar a pacientes que presentan este tipo de lesiones en la piel, es crucial considerar los antecedentes familiares de psoriasis, ya que esta información puede ser determinante en el diagnóstico y tratamiento adecuado de la enfermedad, concluye.