Puttering: cuando la salud mental se adquiere con la limpieza y el orden del hogar

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21/01/2025 - 19:30
Hablamos del puttering

Lectura fácil

A veces, menos es más, y este principio puede transformar nuestra forma de abordar las tareas cotidianas. Tim Ferriss, en su obra La semana laboral de 4 horas, lo deja claro al abogar por maximizar resultados con el mínimo esfuerzo mediante el principio 80/20, que sugiere que el 80 % de los resultados proviene del 20 % de las acciones. Ferriss anima a centrarse en ser productivo, no simplemente en mantenerse ocupado. Pero, ¿cómo se aplica esta filosofía a tareas diarias como limpiar el salón, ordenar el armario o preparar una comida? La respuesta podría estar en una sencilla práctica anglosajona conocida como puttering.

¿Qué es el puttering?

Lejos de sonar sofisticado, el puttering se refiere al acto de realizar pequeñas tareas cotidianas de manera relajada, sin prisa ni presión por alcanzar un resultado concreto. Actividades como organizar un estante, limpiar la encimera o doblar la ropa, que solemos posponer, pueden convertirse en una fuente de calma si las abordamos con una actitud despreocupada. La clave es hacerlas por el puro placer del proceso, no con la intención de ser eficaces o productivos en el sentido tradicional.

Imagina poner tu música favorita o un audiolibro mientras te dedicas a estas tareas. Más que una obligación, el puttering se transforma en una especie de "vagueo activo", donde el objetivo no es cumplir, sino desconectar y disfrutar. Además, organizar tu entorno siempre tiene un efecto positivo en tu bienestar, ya que un espacio ordenado contribuye a una mente más despejada.

Beneficios psicológicos

Quizá te preguntes: ¿cómo algo tan mundano como fregar platos puede ser positivo para tu mente? La respuesta radica en que el puttering se basa en realizar actividades simples que no exigen demasiada atención, lo que permite al cerebro desconectar de preocupaciones más complejas. Esta desconexión reduce el estrés y fomenta una sensación de calma mental.

Los psicólogos destacan varios beneficios asociados a esta práctica:

  1. Mayor creatividad: Las tareas ligeras ofrecen a la mente el espacio necesario para divagar y generar ideas. Al no estar sometida a la presión de resolver problemas inmediatos, la creatividad fluye de manera más natural, lo que resulta especialmente útil para quienes trabajan en proyectos complejos o necesitan inspiración.
  2. Sensación de logro: Completar pequeñas tareas aporta una dosis de dopamina, la hormona asociada a la recompensa y la felicidad. Estas "mini-victorias" generan una sensación de control que contribuye al bienestar emocional.
  3. Mindfulness espontáneo: El puttering es una forma sencilla de practicar el mindfulness. Al centrarte en los detalles de una tarea, como doblar ropa o regar plantas, tu mente se ancla al momento presente, alejándote de pensamientos intrusivos sobre el pasado o el futuro.

Actividades ideales para ponerlo en marcha

Ciertas actividades potencian aún más los beneficios de este acto. Por ejemplo, la jardinería conecta con la naturaleza y fomenta la paciencia al cuidar plantas, ofreciendo una sensación de logro pausada. Del mismo modo, cocinar de manera relajada no solo estimula la creatividad, sino que también proporciona una recompensa deliciosa al final del proceso.

Otras opciones incluyen organizar espacios como escritorios o estanterías, lo cual no solo mejora el entorno físico, sino también la claridad mental. Por último, las manualidades, como pintar o tejer, son ideales para expresarte sin buscar perfección, permitiendo que fluyas en libertad emocional.

El puttering no solo transforma las tareas cotidianas en momentos de calma y disfrute, sino que también es un poderoso aliado para el bienestar mental. Incorporar esta práctica a tu rutina diaria puede ayudarte a reconectar contigo mismo mientras organizas tu entorno y liberas tu mente de preocupaciones innecesarias.

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