Las personas con discapacidad son las más vulnerables al ahogamiento por falta de formación especializada

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10/07/2024 - 13:30
Niño con discapacidad

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Las personas con discapacidad son vistas como particularmente vulnerables en situaciones de riesgo, y el ahogamiento no es una excepción. Esto se debe a que generalmente tienen menos habilidades para moverse en el agua, enfrentan dificultades, especialmente aquellos con discapacidad intelectual, para reconocer situaciones peligrosas, y tienen menos oportunidades de recibir formación que podría protegerles en estas circunstancias.

Según el Dr. Ismael Sanz, profesor e investigador en prevención de ahogamientos de la Universidad Autónoma de Madrid y coordinador de la Comisión de Deporte Inclusivo de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, "las personas con discapacidad enfrentan limitaciones en el acceso a la formación que podría prevenir el ahogamiento".

La formación para la atención a personas con discapacidad en entornos acuáticos

A la posible carencia de habilidades y capacitación en personas con discapacidad se suma el hecho de que el personal comúnmente presente en playas y piscinas no suele estar entrenado específicamente para atender sus necesidades.

Esto ocurre principalmente porque la formación exigida a los socorristas no se centra en la discapacidad y además varía considerablemente en diferentes partes del país. Sin embargo, existen programas ofrecidos por el Instituto Nacional de las Cualificaciones que son válidos en todo el territorio nacional y están alineados con las normativas de la Unión Europea. Además, hay organizaciones con vasta experiencia en seguridad acuática, como la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo y la Cruz Roja, que ofrecen programas de formación de alta calidad y reconocimiento.

Los cursos de socorrismo

Son cursos intensivos que ofrecen una completa instrucción en salvamento y socorrismo, con algunos programas de hasta 400 horas, dependiendo de la certificación. Estas certificaciones abarcan formación específica sobre cómo atender a personas con discapacidad, quienes son consideradas un grupo vulnerable al riesgo de ahogamiento.

Si todas los socorristas responsables de la vigilancia en entornos acuáticos recibieran este tipo de formación, podríamos estar seguros de que están preparadas para atender las necesidades de las personas con discapacidad en situaciones de riesgo. Sin embargo, esto no siempre ocurre, ya que las competencias relacionadas con la profesión de socorrismo están delegadas a las Comunidades Autónomas, quienes determinan los requisitos necesarios para ejercer como socorrista.

Las medidas de precaución para el rescate

Esto significa que, en muchos casos, los socorristas no reciben la formación adecuada para adquirir las competencias necesarias en el rescate de la población más vulnerable al ahogamiento. Hay algunas comunidades autónomas que establecen criterios poco exigentes o demasiado permisivos para convertirse en socorrista, incluso permitiendo ejercer esta función después de tomar un curso en línea durante un par de fines de semana. En dichos cursos, la capacitación en atención a la discapacidad y otros aspectos clave de la prevención del ahogamiento suele ser insuficiente o directamente ausente, lo cual es motivo de preocupación.

La falta de control estatal y de instituciones públicas crea desigualdad en la formación de socorristas y en las normativas de seguridad en espacios acuáticos. Esto resulta en situaciones donde la misma piscina puede requerir socorristas en una comunidad autónoma pero no en otra. Además, la falta de supervisión adecuada en la prevención de ahogamientos significa que la competencia de los socorristas puede variar considerablemente, lo que pone en riesgo la seguridad de las personas con discapacidad en el agua.

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