La sardina ibérica podría tener los días contados

La sardina ibérica ha recibido una recomendación científica de parte del Consejo Internacional para la Exploración del Mar, CIEM son sus siglas.

El CIEM propone que la captura de sardinas ibéricas sea de 4.142 toneladas en 2020, a repartir entre pescadores de España y Portugal, frente a la recomendación de captura que se había recomendado los últimos años.

El compromiso de los pescadores ha mostrado que la sardina ibérica ha podido experimentar una ligera recuperación mirando los datos del último periodo.

La sardina ibérica ha demostrado una mejora, pero deben seguir trabajando para que la recuperación se mucho mayor

Unas quince organizaciones ambientales de España y Portugal se alegran por esta ligera recuperación, pero rechazan hablar de recuperación de la especie, porque la biomasa total es tan baja que la incertidumbre se incrementa.

Organizaciones como Liga para a Protecçao da Natureza, Ocena, el Observatorio do Mar das Azores, SEO/BirdLife o WWF España, y las otras restantes reclaman una mayor protección de la sardina ibérica.

Las organizaciones piden que se permita crecer a las nuevas especies juveniles detectadas, para que aseguren la continuidad y la restauración de la población cuando sean adultos.

Y es que según los datos procedentes de los centros de investigación nacionales, las sardinas han sufrido un grave declive en las últimas décadas, y las poblaciones se encuentran por debajo de los límites biológicos de seguridad desde el 2011.

Las organizaciones reclaman medidas adecuadas a la situación, y por otra parte, apuntan que los datos científicos muestran ese declive por los cambios en las aguas ibéricas condicionados por el cambio climático.

Las condiciones físico-químicas de las aguas reafirman el hecho de que las poblaciones de sardina ibérica deban protegerse con medidas más precavidas como:

• Realiza una gestión adaptativa.
• Tener una mayor monitorización, para controlar de manera efectiva y prevenir el colapso de la población y la consiguiente ruina de las comunidades pesqueras que dependen de ella.

"Los océanos son uno de los grandes aliados en la lucha contra el cambio climático y la necesidad de conservar y restaurar los ecosistemas marinos es más urgente que nunca" apuntaban las organizaciones.

"Incrementar la biomasa y la biodiversidad de la sardina ibérica, y de todas las especies, así como lograr unas redes tróficas balanceadas, permitirán tener unos océanos más resilientes y les ayudarán a desempeñar su rol como captadores de carbono y mantener la temperatura global" añadían.

Asimismo, recordaban que la sardina ibérica no cuenta con planes de gestión o recuperación en línea con la Política Pesquera Común, por lo que no ha podido ser evaluada por el CIEM como precautorio.

Las organizaciones matizaron que"es un requerimiento de la PPC que las poblaciones que se encuentren por debajo de los límites biológicos de seguridad deben ser restauradas lo antes posible"

Hay que implementar y ampliar las medidas de protección, como zonas vedadas para proteger a las especies juveniles

Esa medidas ya se pusieron en marcha en 2019 en Portugal. Y gracias a su implementación se puede contar un impacto directo en el reclutamiento de años posteriores, como parecen mostrar los datos.

Adoptando estrategias a largo plazo se puede asegura la recuperación de las poblaciones de sardina ibérica, y así se puede contar con un modelo de gestión serio y precautorio para cuando la especie esté recuperada.

Los detalles del plan tienen que basarse en la mejor información científica disponible, revisada por pares y financiada con dinero público, como la del Instituto Portugués para el Mar y la Atmósfera (IPMA) y el Instituto Español de Oceanografía (IEO).

Las organizaciones apuntan que las medidas de gestión de 2019, que muestran la adaptación del esfuerzo pesquero, han sido insuficientes por los resultados arrojados.

Por eso reclaman a las autoridades españolas y portuguesas acatar medidas más ambiciosas acordes a los objetivos marcados en la Política Pesquera Común.

Este 2020 es la fecha límite marcada por los responsables políticos con la reforma de la Política Pesquera Común en 2014, para poder tener todas las poblaciones de las aguas de la UE en niveles sostenibles.

Apostar por la recuperación de la sardina ibérica, y por su protección y la de otras especies del Atlántico marcará si Europa apuesta por unos mares sanos y por la lucha contra el cambio climático.