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El otoño llena los bosques de hojas caídas y tonos dorados. Y es entonces cuando las setas salen de su escondite, aparecen debajo de árboles y troncos.
Este alimento es muy codiciado en muchas cocinas, ya sean de alta o las de una casa. Cada año llegan un poco más tarde, pero cuando lo hacen, los fogones se llenan con estos organismos vegetales.
Las setas más valoradas en la cocina son los boletus, las amanitas, los níscalos o revellones, las colmenillas o morillas, el champiñón silvestre.
También otras especies son las cantarelas o rebozuelos; las lepiotas; las setas de pino o negrillas. Las setas de chopo y las setas de cardo o las senderuelas.
El mes de octubre es el de las setas, tienen unas cualidades gastronómicas especiales y son muy valoradas por otras propiedades
Son muchas y muy variadas las recetas que puedes preparar con este manjar. Solas o acompañadas. En los restaurantes podemos encontrar las setas rellenas de calabacín y queso, acompañando una hamburguesa artesana pero con ese toque moderno.
También se emplean como ingredientes de pizzas, con un guiso de alcachofas, sobre un huevo con foie, en croquetas o aportando su sabor tan específico a un rissotto o a un arroz.
¿Cómo cocinarlas?
A la crema: Cortas las setas en trocitos, se estofan con mantequilla, cebolla picada, vino blanco y zumo de limón. Después añades nata o una bechamel fluida y se deja reducir.
Salteadas: Se cortan en pedacitos y se saltean con mantequilla y aceite. Cuando hayan soltado el agua que contienen y se haya evaporado, añadir cebolla frita pochada y perejil picado.
A la Bordolesa: Para cocinarlas así, se hace de la misma manea que las salteadas, pero añadiendo al final ajo picado, pimienta y zumo de limón.
A la parrilla: Es la técnica más sencilla. Solamente tienes que calentar la plancha, añadir aceite y ajos y a continuación las setas laminadas.
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