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Seguro que tú también eres de los que disfruta de una buena siesta tras un largo día de trabajo. Esta acción es muy peculiar en nuestra cultura, y nos ayuda a aliviar las horas de sueño que nos faltan o si hemos sufrido insomnio la noche anterior. Pero ¿te has preguntado alguna vez si dormir la siesta tiene beneficios reales en tu cuerpo, o si realmente tiene alguna consecuencia? Descubre lo que se esconde detrás de esta práctica tan común en el día a día.
¿Cuál es el origen de la siesta?
Según la RAE (Real Academia Española), la siesta se define como el “Sueño que se toma después de comer” o como el “Tiempo destinado para dormir o descansar después de comer”. En realidad, es una práctica que todos hemos hecho alguna vez, ya sea de pequeños o en la actualidad. La “hora de la siesta” es algo muy sagrado para muchas personas, de hecho, el neurólogo especialista del sueño, Jim Horne afirma que nuestro sistema nervioso está diseñado para dormir en dos periodos diferenciados cada 2 horas, la noche y las primeras horas de la tarde.
Su nacimiento se remonta al siglo XI, cuando la Orden religiosa de San Benito de Nursia aconsejaba guardar reposo y tranquilidad entre las 12 y las 15 horas actuales. Los religiosos se tomaban un descanso para afrontar el resto de la jornada.
Beneficios y daños físicos y mentales según la ciencia
Según los expertos, esta práctica tan conocida tiene numerosos beneficios tanto para nuestra salud como para la cabeza. Desde Fundación del corazón nos muestran algunos de estos beneficios:
- Previene las cardiopatías, ayuda a disminuir en un 37 % el estrés y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Cuando duermes se libera la hormona del crecimiento, que estimula el sistema inmunológico, reduce el estrés u la ansiedad. Además, ayuda a reparar los músculos y a perder peso.
- Reduce la tensión arterial.
- Facilita el aprendizaje. Un estudio de Berkeley asegura que quienes duermen la siesta rinden más por las tardes y aumentan su capacidad de aprendizaje.
- Aumenta la concentración.
- Estimula la creatividad, en concreto el hemisferio derecho de nuestro cerebro.
- Facilita resolver problemas.
- Mejora los reflejos.
- Favorece la abstracción, el aprendizaje abstracto o capacidad de detectar el patrón general de una nueva información.
- Fomenta la positividad.
- Mejora el estado de ánimo.
También es importante conocer que a veces se producen efectos negativos en nuestro organismo: produce dolor de cabeza, afecta al insomnio, acentúa los problemas gástricos y puede indicar apnea del sueño.
Cómo disfrutar de una buena siesta
Ten en cuenta los siguientes elementos a la hora de poder tomarte un descanso tras una larga jornada:
- Escoge un lugar cómodo, con una temperatura agradable, escaso ruido y poca luz. Es mejor recurrir a un sillón que a la cama.
- La mejor hora para descansar es entre las 13 y las 17 horas.
- En condiciones normales no debe durar más de 30 minutos, aunque si necesitas un poco más, puedes hacerlo.
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