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Últimamente escuchamos hablar mucho sobre el cortisol, la conocida como hormona del estrés. Esto se debe a que los niveles de estrés actuales están llevando al desarrollo de varias enfermedades, sobre todo relacionadas con la salud mental. Sin embargo, existen otras patologías relacionadas con el exceso de esta hormona en nuestro organismo, como el Síndrome de Cushing. Una enfermedad rara que requiere de un diagnóstico precoz para evitar el deterioro en la calidad de vida del paciente.
El Síndrome de Cushing tiene una incidencia de entre 1,2 y 2,4 casos por millón de habitantes al año, por tanto está calificada como una enfermedad rara. Sin embargo, su diagnóstico puede ser complicado debido a que "Muchos de sus síntomas, cuando no son muy marcados, pueden estar presentes en otras enfermedades que son también manifestaciones del síndrome como la obesidad, la diabetes y la hipertención", explica la doctora Cristina Álvarez, miembro de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
El Síndrome de Cushing y sus síntomas
El Síndrome de Cushing se desencadena en el cuerpo a través de dos vías. La primera de ellas tiene que ver con el cortisol, una hormona que se encarga de responder ante situaciones de estrés, controlar los niveles de azúcar en sangre, la inflamación del cuerpo o algunos procesos metabólicos. Aunque es imprescindible para mantener nuestras funciones sanas y en equilibro, su segregación continuada y en exceso puede derivar en el desarrollo de esta enfermedad.
A esta vía se la conoce como Cushing endógeno. Por otro lado, también existe la posibilidad de que se de una producción excesiva de la hormona corticotropa o ACTH, que se produce en la hipófisis y estimula a su vez el exceso de cortisol. A esta se la conoce como Cushing ACTH dependiente. En muchos casos este desequilibrio se da por la presencia de un tumor benigno suprarrenal. Generalmente, estos tumores aparecen en la primera década de la vida o pasados los 40 años.
Esta enfermedad suele incidir de forma notablemente mayor, concretamente de entre tres y cinco veces más, en mujeres de entre 25 y 45 años que con respecto a los hombres. En cuanto a los síntomas más comunes de esta enfermedad, la doctora Álvarez, que es miembro del Área de Neuroendocrinología del SEEN, enumeró las siguientes en una entrevista para el medio Consalud.es:
- Acumulación de grasa en el abdomen y la parte posterior del cuello
- Cara redondeada
- Aparición de estrías violáceas
- Atrofia muscular con delgadez en las extremidades
- Vello facial, pecho y espalda en exceso
- Obesidad central
- Alteraciones menstruales o disfunción eréctil
- Diabetes
- Hipertensión
- Trastornos psicológicos
Tratamiento y diagnóstico
El Cushing es una enfermedad que puede tener importantes implicaciones en la calidad de vida de los pacientes, así como provocar patologías graves. Por este motivo, desde la SEEN insisten en lo importante que es la difusión y sensibilización de esta enfermedad para mejorar la capacidad de diagnosis y proveer lo antes posible de tratamiento para controlar la enfermedad. “Es necesario controlar el hipercortisolismo lo antes posible. Un abordaje multidisciplinar que incluya en ocasiones la participación de psicólogos y psiquiatras resulta imprescindible”, explica la Dra. Álvarez Escolá.
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