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El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha alertado de que Sudán del Sur atraviesa su "peor crisis humanitaria" desde su independencia en 2011, a pocos días de que se cumpla el décimo aniversario de esta fecha histórica, al tiempo que ha destacado que la situación "afecta a la mayoría de los niños del país e impacta sobre sus derechos".
"Mientras Sudán del Sur está celebrando el décimo aniversario de su independencia, la situación general de los niños en el país no ha mejorado realmente durante la última década y siguen teniendo la necesidad urgente de recibir asistencia humanitaria", ha dicho Mads Oyen, jefe de operaciones del organismo en el país africano.
8,3 millones de personas, cerca de dos tercios de la población sursudanesa, necesita ayuda humanitaria
Más de la mitad de los afectados, 4,5 millones, son niños. Estas cifras nunca han sido tan altas desde que Sudán del Sur obtuvo la independencia.
En su informe sobre el impacto de la crisis humanitaria en la infancia, Unicef advirtió de que las esperanzas de que la independencia supusiese un nuevo comienzo para los niños y niñas del país "se han desvanecido".
Los episodios de violencia y conflictos, las inundaciones recurrentes, las sequías y otros fenómenos meteorológicos extremos, favorecidos por el cambio climático y una crisis económica cada vez más grave, han provocado una inseguridad alimentaria extremadamente elevada y una de las peores crisis humanitarias del mundo.
El reciente acuerdo de paz, que solo se ha aplicado parcialmente, no ha mejorado la situación
La tasa de mortalidad infantil es una de las más altas del mundo, ya que se prevé "que uno de cada diez niños en el país no llegará a cumplir los cinco años". Según Unicef, en torno a 1,4 millones de niños y niñas sufrirán desnutrición aguda este año, la cifra más alta desde 2013.
También se calcula que más de 300.000 niños y niñas –el número más alto jamás registrado en el país- sufrirán las peores formas de desnutrición y corren el riesgo de fallecer si no se les proporciona tratamiento.
El acceso limitado a la educación y las altas tasas de abandono han dejado a 2,8 millones de niños y niñas sin escolarizar, lo que supone el 70 % de la población en edad escolar.
Esto coloca a Sudán del Sur a la cola del mundo en educación infantil. El cierre de todos los centros educativos durante 14 meses a causa de la pandemia por Covid-19 ha hecho que otros dos millones de niños abandonen las aulas, agregó.
A pesar de la continua inseguridad, Unicef trabaja con sus aliados para aumentar la capacidad de examinar y tratar a menores por desnutrición aguda, con un volumen de casos previsto de 1,4 millones de niños y niñas en 2021. La mejora del acceso a agua potable, saneamiento e higiene y el acceso a servicios básicos de atención sanitaria también se encuentran entre las principales prioridades de la agencia, junto al acceso a la educación.
Sin embargo, "la financiación sigue siendo limitada", y reiteró su llamamiento por valor de 180 millones de dólares (unos 152 millones de euros) para atender a los niños y niñas más vulnerables en 2021. A mitad de año, esta petición solo cuenta con un tercio de los fondos y el Plan de Respuesta Humanitaria sigue estando igualmente infradotado, lamentó.
Necesitamos una presencia más fuerte de las organizaciones humanitarias para proporcionar inmediatamente alimentos y apoyo nutricional, así como para reabrir escuelas, garantizar el funcionamiento de los servicios sanitarios y apoyar la producción agrícola.
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