¿En qué consiste la fisioterapia del suelo pélvico y para qué sirve?

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10/04/2021 - 17:00
La fisioterapia del suelo pélvico

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No es nada nuevo que el suelo pélvico tiene una gran importancia. Los ejercicios Kegel buscan fortalecer la zona, evitar la incontinencia urinaria y mejorar las relaciones sexuales. Sin embargo, hay personas a las que estos ejercicios no les son útiles o necesitan otro tipo de soluciones. Para ellos está la fisioterapia del suelo pélvico, un concepto muy poco conocido.

La fisioterapia del suelo pélvico aporta diferentes beneficios

Esta zona abarca “el conjunto de estructuras (músculos, ligamentos, fascias...) que se alojan en la pelvis, que tienen una función de sostén de los órganos pélvicos”, apunta Lasalle IRF en su página web. Si estos músculos no están fuertes, pues puede aparecer la incontinencia urinaria, también problemas en la defecación y en las relaciones sexuales.

El concepto de 'fisioterapia' hace referencia al uso de diferentes recursos y medios para la recuperación física del cuerpo humano. En este caso, esta actividad se centra en la zona a trabajar. Existe una especialización en este área dentro de los profesionales de la fisioterapia. Al igual que está la urología (relacionada con los problemas urinarios), ginecología (para los problemas en el ámbito sexual) y la coloproctología (para las dificultades con la defecación).

Tres de cada diez mujeres sufren incontinencia urinaria

Estos ejercicios tienen el objetivo de mejorar la vida y el bienestar de las personas que están sufriendo algún tipo de problema con su suelo pélvico. Una de las disfunciones más frecuentes, según los expertos, es la incontinencia urinaria. Concretamente, tres de cada 10 mujeres sufren este tipo de problema que, indudablemente, afecta a su calidad de vida.

Se estima que en Europa, según los reportes del Grupo Español de Suelo Pélvico, el 40 % de las mujeres estarían afectadas por esta disfunción. No obstante, estos ejercicios pueden ser positivos incluso en niños que todavía continúan orinándose en la cama. Conviene en estos casos realizar un diagnóstico sobre si esto tiene que ver con el aprendizaje o con un problema en el suelo pélvico que conviene que sea resuelto lo antes posible.

Las embarazadas la practican para prevenir algunos problemas

Asimismo, hay otros problemas que puede resolver esta disciplina, como los síntomas que pueden aparecer tras un prolapso genital. Esto es importante, ya que las mujeres que suelen tener este tipo de problemas sienten dolor durante las relaciones sexuales, lo que afecta a sus relaciones de pareja.

Las embarazadas también la practican desde hace unos años, ya que el parto puede provocar algunos problemas en la zona que terminen provocando incontinencia urinaria, disfunciones sexuales u otras patologías. Por ello, es muy importante tener en cuenta esta disciplina y saber que existe para acudir a sus profesionales si se precisa en algún momento de la vida.

Las patologías que se trabajan con mayor frecuencia

  • Urológicas: incontinencia urinaria de esfuerzo, de urgencia o mixta, por rebosamiento, eneuresis (micción involuntaria nocturna que se da sobre todo en niños que, por edad, ya deberían tener un buen control de los esfínteres).
  • Ginecológicas: trastornos de la menstruación (dismenorrea, amenorrea), problemas relacionados con la menopausia (incontinencia o alteraciones en la esfera sexual) o los síntomas que produce un prolapso genital (descenso parcial o total de un órgano pélvico).
  • Coloproctológicas: incontinencia fecal, encopresis (incontinencia fecal producida por un estreñimiento importante), estreñimiento crónico.
  • Disfunciones sexuales (estas normalmente se incluyen dentro de un plan multidisciplinar en el que intervienen otros especialistas): dispareunia (dolor durante o después de mantener relaciones sexuales), anorgasmia (incapacidad de llegar al orgasmo), vaginismo (incapacidad para realizar la penetración), disfunción eréctil o eyaculación precoz. Los datos globales indican que del 9 al 29 % de los hombres y del 16 al 45 % de las mujeres tienen algún problema sexual que genera malestar.
  • Patología de origen nervioso o que incluyen al sistema nervioso: disfunciones como el dolor pélvico crónico, síndrome del nervio pudendo, vejiga neurógena producida por una patología neurológica (tras un ictus, enfermedades como ELA, esclerosis múltiple, tras una lesión medular… en un artículo anterior ya hablamos del tratamiento de las disfunciones de suelo pélvico producidas tras un síndrome de cola de caballo o sobre el tratamiento de la vejiga neurógena en personas con esclerosis múltiple.

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