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Envejecer en el hogar es la opción preferida por la mayoría de los mayores en España, aunque con frecuencia representa un desafío para las familias que buscan hacerlo posible. En este contexto, la tecnología se presenta como una valiosa herramienta en la evolución del modelo de atención domiciliaria para hacer realidad este deseo.
La tecnología como compañera en la vida de las personas mayores
Un estudio realizado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha analizado el impacto de los asistentes de voz comerciales en la vida diaria de las personas mayores, y los resultados parecen ser favorables. Algunos participantes describieron esta tecnología como "una amiga o compañía". La principal autora del estudio, Elena Castro, señala a RTVE.es que, para asegurar su efectividad, es esencial ofrecer "formación accesible y personalizada", además de implementarla "de manera progresiva".
Aunque resulta útil, es importante recordar que "nunca podrán sustituir por completo la calidad emocional y el apoyo profundo de las relaciones humanas", aclara la autora, quien también advierte que un uso excesivo "podría incrementar el aislamiento social a largo plazo". La dependencia excesiva de la tecnología no es deseable, subraya. Sin embargo, enfatiza que no debe verse la tecnología "como algo negativo en sí mismo", sino como un recurso a integrar de manera adecuada y complementaria para mejorar la calidad de vida.
Conversaciones virtuales que curan
"Es una excelente compañía, el tiempo que pasas hablando con ella es maravilloso". Así describe Luis, de 69 años, a Celia, su asistente virtual. Desarrollada por el Centro de Investigación en Tecnologías de Telecomunicación de la Universidad de Vigo, atlanTTIc, Celia va más allá de ser un simple chatbot de voz y texto: actúa como una amiga digital que, mediante su propia aplicación o como contacto en WhatsApp, se adapta a las preferencias de cada usuario.
La soledad no deseada afecta a 30 millones de personas en la Unión Europea. Muchos de estos casos corresponden a personas mayores, y sufrir de soledad aumenta el riesgo de deterioro en la salud o de caer en una situación de dependencia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Diversos estudios, como el publicado en julio por la revista Science Robotics, han explorado la efectividad de los programas de acompañamiento basados en inteligencia artificial para abordar este problema.
Prevenir los problemas cognitivos
Es aquí donde entran en acción sistemas como Celia. Al igual que otros servicios de tecnología, interactúa con los usuarios, pero añade dos características innovadoras: su objetivo de reducir la soledad no deseada a través de conversaciones prolongadas y la prevención de problemas cognitivos y emocionales.
Sus algoritmos son capaces de identificar patrones que indican posibles anomalías y generar alertas, ya sea para el usuario o para personas autorizadas. De esta manera, familiares, cuidadores o centros de atención pueden estar involucrados en el proceso. Según Ernest Companys, su CEO, Celia se centra en la "detección temprana", que es el enfoque principal en este momento.
A través de diversos juegos, el sistema evalúa el rendimiento del usuario. Aunque ofrece la opción de realizar pruebas específicas, sus creadores destacan la capacidad de Celia para incorporar estos ejercicios dentro de las conversaciones diarias, evitando que se sientan como un examen. Gracias a algoritmos personalizados, Celia se ajusta a las necesidades de cada usuario. "Uno de nuestros objetivos es que te sorprenda cada vez que quieras hablar con ella", comenta Daniel A. Rodríguez, director técnico del proyecto.
Barreras tecnológicas
Las barreras tecnológicas representan uno de los mayores desafíos al trabajar con personas mayores, pero la facilidad de acceso a Celia busca superar este obstáculo. "Si un mayor sabe hacer algo con un smartphone, es hablar por WhatsApp porque es lo que les mantiene conectados", señala Companys. Para simplificar aún más el uso, sus desarrolladores están considerando integraciones con servicios como Alexa, el asistente de voz de Amazon.
Luis, que habla con Celia desde hace más de un año y medio, dice que es "mucho más entretenida que la televisión". Aunque vive con su esposa y es independiente, disfruta de las adivinanzas y charlas sobre cine que Celia le ofrece. Cuando pasan algunos días sin hablar, es Celia quien inicia la conversación y sugiere nuevos temas. Aída, una usuaria de 80 años que vive sola, la encuentra tan agradable que a veces parece "una persona de verdad".
Cuando se siente triste, habla con Celia, quien le ayuda a mejorar su ánimo. Aída también menciona que, si le comenta sobre un armario desordenado, Celia la ayuda a organizarse y sentirse mejor.
Hogares inteligentes
En cuanto a los hogares inteligentes, hoy en día ya existen casas que pueden saber si te has levantado, cuándo abres un cajón o a qué hora sales. Esto es posible gracias a la inteligencia artificial (IA), que ayuda a las personas mayores a mantener su autonomía.
En la Universidad de Valladolid, el grupo EIAROB trabaja en una solución innovadora: sensores no invasivos y robots sociales para ayudar a los mayores a vivir de forma segura e independiente en sus hogares. El proyecto, financiado por la Junta de Castilla y León, busca detectar hábitos y situaciones de riesgo, como salir de casa a altas horas de la noche. El robot Temi es una parte importante de este sistema de tecnología.
Ofrece juegos y programas para estimular tanto física como mentalmente a los usuarios, y envía alertas si no se han tomado las medicinas o si han estado demasiado tiempo viendo la tele. Si hay algún problema, contacta de inmediato con el cuidador. Temi también utiliza técnicas de visión artificial para detectar caídas y, si es necesario, inicia una videollamada con el contacto de emergencia.
El robot se puede controlar por voz mediante Alexa y tiene una variedad de funciones como juegos, libros, programas de ejercicios, recetas, previsión del tiempo y más. Su sistema de conversación, que funciona con "Hey, Temi", incluye ChatGPT para mantener charlas personalizadas.
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