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La Covid-19 fue la gran protagonista del arranque del 2020 con una primera ola que nos pilló a todos sin preparar, una segunda ola tras el verano y ahora afronta una tercera ola muy dura, en pleno invierno, justo después de las Navidades.
En España el Sistema Nacional de Salud, cerca de colapsar, sufre ahora las consecuencias de las aglomeraciones usuales en las fechas navideñas; y son muchos los médicos, expertos e incluso autonomías, que han pedido al Gobierno central un confinamiento como el de marzo. Pero desde Sanidad siguen descartando esta opción y, apelando al estado de alarma vigente, abogan por delegar en los gobiernos regionales la potestad para tomar las medidas oportunas en cada territorio.
Alemania, Italia, Portugal y el Reino Unido retoman restricciones ya aplicadas durante la primera ola
Las cifras se han disparado en toda Europa (también en España) y los distintos gobiernos ya están tomando medidas.
Alemania, Francia, Italia, Portugal o el Reino Unido son algunos de los países que han decidido endurecer las restricciones para contener, de nuevo, al virus. Frente a eso, España se mantiene firme en contra de un confinamiento duro como el del pasado mes de marzo.
Alemania
"Si no conseguimos parar la variante británica del virus, entonces multiplicaremos por 10 el número de casos para Semana Santa. Necesitamos aún entre ocho o diez semanas más de medidas estrictas". Esas palabras de Angela Merkel indican a la perfección la situación que vive Alemania ante la tercer ola del virus.
El país está marcando cifras récord de casos y fallecidos, y el Gobierno ya apunta a que el confinamiento estricto se prolongará hasta primeros de abril.
Al menos hasta final de enero, los colegios permanecerán cerrados, y también los establecimientos de ocio, los bares y los restaurantes.
Italia
En Italia cerraron todos los establecimientos comerciales, excepto farmacias y supermercados antes de Navidad, pero los datos siguen siendo malos. Por su parte, el Gobierno ha decidido ampliar el estado de emergencia al menos hasta el 30 de abril.
Portugal
El Gobierno portugués mantendrá el confinamiento al menos durante un mes más para combatir contra la tercera ola.
Las medidas implicarán el cierre de gran parte del comercio y los servicios y de la restauración, que solamente podrá operar para llevar o en servicio a domicilio.
El Gobierno portugués había asegurado además que, a diferencia de la primera ola, esta vez las escuelas se mantendrían abiertas.
Reino Unido
El Reino Unido sigue en cuarentena, y aun así, no consigue frenar la tercera ola del coronavirus. De momento, las autoridades han tenido que reabrir hospitales de emergencia que se construyeron en la primera ola. Además, nadie podrá entrar en el país sin PCR negativa.
El confinamiento, por ahora, se alargará hasta el 31 de marzo, pero ya se estudia la posibilidad de ampliarlo al menos hasta finales de abril. No hay ninguna decisión tomada al respecto.
Francia
La preocupación en Francia también es máxima, y el Gobierno ha modificado las restricciones adelantando el toque de queda a las 18h.
Además, se valora el cierre de colegios durante una semanas para contener la tercera ola, que ahora tiene su foco principal en la zona de Marsella.
Países Bajos
Países Bajos deberá confinarse tres semanas más de lo previsto, hasta el 9 de febrero, y mantiene cerrada toda la actividad no esencial y los colegios por miedo a la cepa británica, mientras promete nuevas ayudas financieras a los sectores más afectados.
Este conjunto europeo fue el último país en empezar las campañas de vacunación, el 6 de enero, y de los pocos en el mundo que no confinaron a sus ciudadanos en la primera ola, pero La Haya es consciente de la necesidad de mantener la distancia social para evitar la expansión de la cepa británica del virus, más contagiosa que las mutaciones anteriores, y para poner fin a la segunda ola, descontrolada desde finales de verano en Países Bajos.
España
En España, el confinamiento no entra en los planes del Ejecutivo, que se apoya solo en las medidas tomadas por las comunidades autónomas, un país que se encuentra en estado de alarma hasta el 9 de mayo.
"Ya sabemos lo que hay que hacer para volver a controlar el incremento de casos, que es lo que ya hicimos en la segunda ola. El conjunto de medidas que están recogidas en la estrategia que acordamos con las comunidades autónomas son las que hay que aplicar y por eso, de momento, pensamos que no hay que dar ningún paso más y descartamos un confinamiento domiciliario", comentó el ministro de Sanidad Salvador Illa.
En general, la mayoría de autonomías coincide al señalar a las reuniones sociales como principal culpable de la acusada curva de contagios; aunque las nuevas restricciones que vienen anunciando al respecto -o tienen pensado anunciar en los próximos días- presentan variaciones.
Unas apuestan por prohibir directamente las reuniones entre no convivientes (como es el caso de la Región de Murcia, Mallorca e Ibiza en las Baleares o Tenerife en las Islas Canarias). Otras, reticentes todavía a medidas tan drásticas, han decidido reducir a cuatro el número de personas permitidas en reuniones sociales; o directamente apelan a la responsabilidad ciudadana para pedir que, en la medida de lo posible, se queden en casa y eviten encuentros con no convivientes.
No obstante, Illa ha subrayado la importancia de que las medidas contra la expansión de la tercera ola se apliquen lo "más quirúrgicamente posible" y con la "contundencia y agilidad" que se necesita, y ha asegurado que son "muy similares" a las que se están adoptando en otros países europeos.
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