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La semana pasada se registraba la muerte de 1.200 personas y 6.000 heridas en las inundaciones de Pakistán, que están afectando a una tercera parte del país.
Pakistán es el octavo país más vulnerable del mundo al impacto del cambio climático, y continua devastado por las fuertes lluvias monzónicas, que afectan a 33 millones de personas.
Desde los años 70 hasta el día de hoy, las inundaciones han aumentando de forma continuada, causando graves efectos que perduran en el tiempo.
Pakistán vive bajo el yugo de incesantes catástrofes meteorológicas
Las fuertes lluvias de 1992 ya se encargaron de dejar en Pakistán unos 38.000 km cuadrado sumergidos, superando la barrera de los mil fallecidos.
En 2010, se superaron todas las cifras con las megainundaciones de un monzón particularmente intenso, y tras esa catástrofe climatológica, el país asiático ha sido centro de registro de fallecidos anuales por este tipo de meteorología.
El balance de esta sucesión de inundaciones asciende a 13.262 en 75 años, más de 15.000 según el estudio publicado por Manzoor.
Desde la organizaciones humanitarias desplegadas en Pakistán y que han seguido sus devastadoras situaciones, ven que la población afectada es una de las más frágiles en términos alimentarios.
A comienzos de años, ya había 4,6 millones de personas en plena inseguridad alimentaria muy grave, y a mediados de años, se alcanzaban los 5,9 millones, lo que deja una predicción aún más devastadora tras estas megainundaciones catastróficas.
Desbordamiento del Lago Manchar, uno de los más grandes del país
El mayor lago del país continua con las labores de evacuación en sus alrededores, pues las inundaciones seguidas han desembocado en la subida de su nivel, dando lugar al desbordamiento.
La rotura ayer, domingo, de un dique para rebajar la presión de las aguas en el lago Manchar, en la provincia meridional de Sindh, provocó un desbordamiento de agua que destruyó "40.000 casas, grandes y pequeñas" de al menos cinco localidades, informó a Efe el comisario adjunto del distrito de Jamshoro, Farid-Uddin-Mustafa.
Por otro lado, a todo esto se suma la inseguridad en la que quedan expuestos más de 3 millones de niños y niñas, que necesitan ayuda humanitaria urgente.
Todo ellos se encuentran ante un riesgo terrible de:
- Contraer enfermedades que se transmiten por el agua
- Ahogamiento
- Desnutrición
Así lo alertan desde Unicef, que se encuentra trabajando con aliados gubernamentales y no gubernamentales, para poder socorrer a las personas de esta tragedia.
Los impactos del cambio climático en el país son altamente negativos y fuertes
Tal y como hemos señalado al principio, el Índice de Riesgo Climático Infantil de Unicef deja a Pakistán en un punto crítico climático, donde los menores se encuadran dentro del riesgo extremadamente alto a los impactos del cambio climático.
Los menores de Pakistán están expuestos a la combinación mortal de exposición a los impactos climáticos y ambientales, a los niveles de vulnerabilidad infantil subyacente que surge por los servicios esenciales inadecuados, como el agua y el saneamiento, la atención médica y la educación.
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