Vivir con un trasplante de corazón: historias de superación y segundas oportunidades

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
24/03/2025 - 09:27
Jaime Montes, sentado en el banco de un parque

Lectura fácil

Tras sufrir dos paradas cardiacas y después de tres semanas en coma, el periodista Jaime Montes, de 26 años, esperó durante meses en el hospital hasta que apareció un donante de corazón compatible. El 1 de octubre de 2024 fue intervenido y, desde entonces, está recuperando fuerzas. Ahora afronta el futuro con “esperanza e ilusión”.

A él se le ha quedado grabado que el 28 de junio de 2024 se desplomó con 25 años y cuando volvió a abrir los ojos había cumplido los 26. Pasaron muchas cosas por medio de las que no llegó a enterarse. Sufrió dos paradas cardiacas y estuvo tres semanas en coma. En la UCI temieron por su vida, por su falta de respuesta neurológica y también por si su situación llegaba a afectarle al hígado o a los riñones.

Sabía que ese momento podía llegar a producirse. A Montes le diagnosticaron al nacer una cardiopatía congénita. Tuvo varias intervenciones y, además, a los 12 años le pusieron un marcapasos. Al crecer fue cumpliendo con sus revisiones y en la última le dijeron que se fuera haciendo a la idea de que pronto iba a necesitar un trasplante.

Los acontecimiento se precipitaron. Pasó por quirófano en junio para un recambio. Se suponía que era un tema menor, pero todo se complicó. Le dieron de alta, se fue a casa, empezó a encontrarse mal, volvió a ingresar y estando en el hospital perdió el conocimiento.

Fue entonces cuando llegaron los días críticos. Estaba en el Ramón y Cajal de Madrid y decidieron trasladarle a La Paz. "Fui con un dispositivo de película, con un montón de personas en la ambulancia, pendientes de cada aparato”, relata ahora que han transcurrido los meses y su vida comienza poco a poco a volver a la normalidad.

Vivir con un trasplante de corazón es sinónimo de esperanza e ilusión

Recibir un trasplante de corazón es una de las intervenciones médicas más complejas, pero también una de las que más esperanza brinda a los pacientes con enfermedades cardíacas graves.

Para quienes han pasado por este proceso, la operación representa mucho más que una intervención quirúrgica: es una segunda oportunidad para vivir plenamente.

Un proceso complejo, pero esperanzador

El trasplante de corazón se lleva a cabo cuando el órgano del paciente ya no puede funcionar correctamente y el único tratamiento viable es la sustitución por un corazón sano de un donante. Este procedimiento es delicado y requiere de un equipo médico altamente especializado. Tras la cirugía, los pacientes deben seguir un estricto protocolo de recuperación, incluyendo medicación inmunosupresora para evitar el rechazo del nuevo órgano.

A pesar de los desafíos, los avances médicos han aumentado considerablemente la tasa de éxito de estos procedimientos, permitiendo que muchas personas trasplantadas lleven una vida normal durante años e incluso décadas después de la operación.

El impacto emocional y psicológico del trasplante

Más allá del aspecto físico, vivir con un corazón trasplantado implica una transformación emocional. Muchas personas que han recibido este órgano describen sentimientos de gratitud, esperanza y un profundo deseo de aprovechar al máximo su nueva oportunidad. La vida después de un trasplante no solo implica cuidar la salud física, sino también la estabilidad emocional.

El apoyo de familiares, amigos y profesionales de la salud mental es clave para que los pacientes se adapten a su nueva realidad. Además, compartir experiencias con otros trasplantados en grupos de apoyo puede ser de gran ayuda para afrontar los cambios con una actitud positiva.

Un testimonio de vida y superación

Cada paciente trasplantado tiene una historia única, pero todas coinciden en un mensaje de resiliencia y superación. Desde jóvenes que han retomado sus estudios o carreras profesionales hasta adultos que han podido volver a disfrutar de actividades cotidianas, el trasplante de corazón representa un renacer.

Gracias a los avances médicos y al generoso acto de la donación de órganos, muchas personas pueden seguir viviendo con ilusión y esperanza. La importancia de la donación es fundamental, ya que cada corazón trasplantado significa una nueva oportunidad para alguien que lucha por seguir adelante.

Añadir nuevo comentario