Los trastornos intestinales y el estado de salud mental

Los trastornos intestinales tienen a aparecer cuando nos encontramos inquietos, o con estrés, pero esto no quiere decir que sea una regla general, porque hay personas a las que les da un dolor en el pecho o experimentan un hambre feroz.

Pero concretamente cuando nos duele el estómago al estar nerviosos, pasa porque el organismo transmite una serie de neurotransmisores y hormonas como cortisol o adrenalina, que se detectan por los receptores que hay en el intestino.

Puede que no nos duela la barriga con los nervios, pero hay gente que si experimenta ese malestar, a otros les entran ganas de vomitar o diarrea, y todo viene dado por el aumento de la motilidad intestinal.

Los trastornos intestinales, una respuesta del organismo

El sistema gastrointestinal es un sistema nervioso al que se le conoce como segundo cerebro del cuerpo. Científicamente hablando se trata del sistema nervioso entérico, formado por dos capas finas de neuronas en las paredes de todo le tubo intestinal.

Cuenta con unas 100.000 neuronas, la misma cantidad que la que podemos encontrar en la médula espinal. Dichas neuronas están conectadas entre ellas y con el resto del organismo, pero más en especial con el sistema nervioso central, lo que se denomina como eje cerebro-intestino.

Desde hace varios años, investigaciones vienen demostrando como los trastornos intestinales tienen mucho que ver con ciertos estados de ansiedad o traumas en la vida de un ser humano.

El desarrollo de enfermedades digestivas funcionales como el síndrome del intestino irritable, en personas que han pasado eventos traumáticos en su vida, se han observado en los estudios realizados.

Y es que el sistema gastrointestinal está conectado, por lo que debemos de tener claro que cada parte del cuerpo va unida con el resto.

Pero no son solo los trastornos intestinales o las enfermedades digestivas las que surgen de esos estados emocionales, sino que son los mismo problemas los que acaban dando lugar a las alteraciones mentales.

Se ha comprobado como el eje cerebro-intestino es bidireccional

Asimismo, cabe destacar que a parte de las situaciones emocionales de impacto, la toma de antibióticos, una mala alimentación, la gastroenteritis, entre otras que acaban alterando la flora intestinal y el equilibrio digestivo, acaban dando lugar a los trastornos intestinales.

Es por ello que los expertos insisten en la importancia de conocer nuestro organismo y de lo primordial que es mantener una función intestinal adecuada.

Asimismo, la aparición de trastornos mentales ha tenido que ver con los trastornos intestinales, por lo que debemos entender salud como un concepto global, para poder cuidarla y preservarla.