Nuestra capacidad auditiva nos ayuda a comprender nuestro entorno, si vivimos con un trastorno como la misofonía podría llegar a deshacer nuestros lazos familiares.
El ser humano es muy vulnerable a la hora de sufrir situaciones que le llevan a un malestar social, por ejemplo la pérdida de un ser querido o los momentos de estrés. Sin embargo, es importante diferenciar este malestar con los trastornos mentales.
Según los expertos, los traumas infantiles son algo que no se puede evitar y que en muchas ocasiones pueden aparecer en la edad adulta con síntomas en nuestra salud mental.