Varios expertos activan la cuenta atrás para el fin de la guerra en Ucrania

Ucrania espera que las próximas negociaciones le brinden garantías de seguridad frente a una posible nueva agresión rusa. Un editorial de The Washington Post resalta que las próximas semanas serán cruciales no solo para el país, sino para la estabilidad global y la confianza en Occidente. También alerta que apresurar las conversaciones podría llevar a decisiones equivocadas, permitiendo a Rusia recuperar su poder militar y reanudar los ataques.

Las próximas semanas serán decisivas para Ucrania

Ucrania espera que las próximas negociaciones proporcionen garantías de seguridad y protección frente a una posible nueva agresión rusa. Un reciente editorial de The Washington Post señala que las próximas semanas serán decisivas no solo para el país, sino para la estabilidad global y la credibilidad de Occidente.

Los expertos advierten que apresurar las conversaciones podría ser contraproducente, ya que permitiría a Rusia reponer su arsenal militar y, una vez recuperado, podría reanudar los ataques.

Además, destacan que, si Vladimir Putin logra consolidar las ganancias territoriales obtenidas desde el inicio de la invasión, se sentaría un peligroso precedente, validando el uso de la fuerza militar para cambiar fronteras internacionales.

Una falta de apoyo por parte de la OTAN

La situación de Ucrania se ve marcada por la falta de un compromiso formal de la OTAN, ya que el país no es miembro de la alianza, lo que complica el apoyo directo que podría recibir en términos de defensa.

Aunque Estados Unidos y otros aliados occidentales han brindado apoyo militar, este depende de la voluntad política de cada nación, lo que introduce una capa de incertidumbre. En particular, el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos podría cambiar la dinámica, ya que ha expresado su interés en buscar una solución pacífica al conflicto.

Algunos detalles de su posible plan de paz han sido filtrados en los medios, pero la falta de claridad sobre sus próximos pasos aumenta la tensión. Además, el retraso de su enviado especial, Keith Kellogg, en llegar a Kiev refleja la incertidumbre en la política estadounidense y genera dudas sobre el futuro del apoyo internacional a Ucrania.

Esta situación crea una creciente preocupación sobre el rumbo del conflicto y el papel clave que jugarán las decisiones políticas en las próximas semanas.

El desgaste de la guerra se expande a toda Europa

Ucrania enfrenta una presión creciente tanto en el ámbito interno como externo. En su lucha por defenderse, el país ha sufrido aproximadamente 400.000 bajas entre muertos y heridos. La capacidad de movilización también está bajo presión, ya que algunos aliados han pedido reducir la edad de reclutamiento a 18 años.

Sin embargo, el presidente Zelenski ha preferido solo ajustar la edad mínima a 25 años, en lugar de aceptar una movilización más temprana.

Por otro lado, el desgaste de la guerra se refleja en toda Europa, donde las reservas de armas empiezan a agotarse. A medida que los partidos de derecha ganan fuerza en varios países, el apoyo político a Ucrania está siendo cuestionado. Esto podría verse aún más afectado por las elecciones parlamentarias en Alemania, donde el apoyo a Kiev podría disminuir, lo que agravaría aún más la situación del país.