Las vacaciones escolares, un momento ideal para aprender y crear recuerdos en familia

Una madre y profesora de primaria de un colegio de Madrid, Rocío García vio en el periodo de las vacaciones escolares, la oportunidad para que los pequeños de diferentes edades puedan seguir aprendiendo, de una forma divertida y poder tener un verano organizado y creando vínculos con sus progenitores.

Los niños por naturaleza, son curiosos, y a muchos el verano, se les hace largo y aburrido. Es por ello que los consejos de actividades sobre qué hacer en casa para estas fechas nunca vienen nada mal.

Esta docente y madre saco las ideas de crear Diarios de verano y un Campamento familiar, dos actividades en las que se repasa lo que se ha aprendido en clase y otras actividades para hacer en familia.

Las vacaciones de verano, un periodo en el que aprender y jugar van de la mano

A esta docente ya hay amigos y conocidos que le piden consejo o hasta le solicitan que les cree ella misma y ajustado a la edad del menor, los Diarios de verano.

La docente solo busca la inversión del tiempo de calidad, tanto para los más pequeños como para los grandes durante las vacaciones escolares.

Una vez que se acercan las vacaciones escolares, la docente se pone a preparar y a planear lo que va a hacer durante el verano. Tener una organización es muy bueno para ellos, además, hay que darles conciencia de lo que se va a realizar cada verano con el diario y en el divertido campamento familia.

Claro que la reunión es en conjunto, pues así crean un calendario con actividades acordes para todos los pequeños. Además, contar con un horario, y todo se dejará a a vista, para que los niños conozcan su rutina.

Es decir, explicarles a ellos y dejarlo por escrito, que semana nos vamos de vacaciones, que haremos cuando estemos allí, cuando volvamos tenemos que realizar el diario, y otras actividades, etc.

Según esta docente, durante las vacaciones escolares tendemos a dejarlos sin rutina, por lo que llegan al final del verano totalmente desorientados, y se descontrolan, perdiendo su paz mental, lo que da lugar a rabietas, nada de concentración y los padres y madres deseamos que empiece el colegio.

La experta nos quiere dejar ver que el temor a las vacaciones escolares es un mito, y algo totalmente innecesario, pues con nuestros pequeños podemos pasar un verano estupendo y tranquilo.

Todo el verano queda anotado en una libreta, o meterse en una caja, donde cada uno mejor prefiera. De esta forma, la madre y profesora nos deja estos consejos de lo que podemos crear:

• Lista de deseos, o bucket list, donde se va tachando lo que se va haciendo: pintar conchas de colores, construir un castillo de arena, bailar, contar estrellas...
• Hojas en blanco donde hay que escribir o dibujar lo mejor que te ha pasado en el día a las que luego se pueden añadir fotos.
• El mapa dibujado o escrito de por donde se va pasar en verano.
• La lista de la ropa que hay que llevar.
• Una play list de las canciones del verano.
• Un tarro del aburrimiento, donde se meten unas notas con lo que se puede hacer el día que estés aburrido, y al sacarlas hay que llevarlas a cabo.
• Un bingo de lectura, que propone leer en sitios insólitos, y que les divierta, como bajo las sábanas con una linterna o mientras te comes un helado.

Adaptado para la edad de cada pequeño

Según van creciendo, hay que adaptar las actividades a las edades. El objetivo es siempre el mismo, entretener y disfrutar, aprovechando el tiempo de una forma amena y con aprendizaje divertido.

Las vacaciones de verano pueden estar ocupadas, y lo más importante, llenas de momentos de toda la familia junta. Durante el día a día, por el trabajo y el estrés diario nos perdemos el crecimiento de nuestros hijos, y cuando nos queremos dar cuenta, ya son totalmente independientes y 'no nos necesitan'.

Por ello, esta madre y profesora nos quiere ayudar a que las vacaciones escolares se reciban como 'agua de mayo', porque de esta forma, crearemos recuerdos que durarán toda la eternidad y se pueden ir pasando de generación en g+86eneración. Y eso momentos, recuerdos, etc, se quedan ahí, en la mente de todo niño de 5 años o más, y pasan con el a su vida adulta, lo que repercutirá y le hará recordar lo feliz que era el verano con sus padres.