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El verano se convierte en la época que más excesos realizamos. Nos creemos que el mundo es nuestro y que nunca vamos a abandonar esa vida feliz que nos dura un mes. Aunque la desconexión es necesaria, volvemos a nuestra rutina y debemos tener en cuenta un par de aspectos. Algunos de ellos son caminar media hora al día, consumir productos frescos, incrementar los ejercicios de cardio, ir al trabajo en bicicleta, beber suficiente agua o planificar el menú semana.
¿Qué debemos hacer tras las vacaciones de verano?
Nos dicen que el 1 de enero cambiamos de año pero, van pasando los años y no creo que haya una frase tan falsa como esa. Todos tenemos un período de impás tras nuestras vacaciones. Nos planteamos muchas cosas como si somos realmente felices con nuestra vida u otras como que deberíamos sacar algo más de tiempo para hacer ejercicio o que debemos comer.
Los expertos de Sanitas han explicado en 20 Minutos que “Hay que procurar que nuestra dieta sea variada, con productos frescos, poco procesados y de temporada. Además, hay que moderar la ingesta de alcohol, grasas, azúcares, harinas refinadas, alimentos procesados y lácteos”. Asi que si nos hemos pasado durante nuestras vacaciones de verano lo mejor será volver a realizar una puesta a punto para recuperar esos gramos que nos sobran.
En cuanto a comidas, los expertos nos recomiendan que no solo tras el verano sino, durante todo el año, hagamos 5 comidas durante el día. A los famosos desayuno, comida y cena, les precederá un aperitivo a media mañana y otro a media tarde para que esa transición entre el desayuno y la comida y la transición entre la comida y la cena no sean tan bruscas. Además, se recomienda beber dos litros de agua al día o infusiones, preferiblemente las de alcachofa, té verde, cola de caballo o guaraná, al tener propiedades diuréticas.
¿Cuáles son los ejercicios físicos ideales tras el verano?
Debemos tener en cuenta que si no somos personas muy activas, debemos hacer ejercicio poco a poco tras nuestras vacaciones de verano. La mejor manera es probar a caminar 30 minutos diarios a intensidad media. Si ya no nos cuenta ningún esfuerzo, podemos probar a subir la intensidad de estos ejercicios y el tiempo. Es decir, ir un poco más rápido que el trote cochinero e incrementar el ejercicio de 30 a 60 minutos, siempre bajo tus habilidades físicas y consultando con un profesional cualificado.
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