Algunos comportamientos de los adolescentes definen la violencia de género

Si tenemos hijos o familiares muy cercanos, sabemos cómo es el comportamiento de los adolescentes en la actualidad. Sin embargo, en muchas ocasiones, este comportamiento puede ir más allá y llegar a lo que conocemos como violencia de género, sobre todo en el caso de tener una pareja estable.

¿Cómo podemos detectar la violencia de género en los más jóvenes?

Uno de los principales causantes de la violencia de género en los adolescentes son las redes sociales. Las nuevas tecnologías han traído consigo conceptos como el ciberacoso, lo que causa daños inconcebibles a la otra persona, sobre todo a las mujeres. A ello se le suma el amor social, es decir, el relacionado con las redes sociales y que termina por afectar una relación de pareja entre los más jóvenes. Este amor se convierte en un sentimiento tóxico, y en muchas ocasiones, violento.

Por otro lado, también debemos añadir que actualmente existen diversas aplicaciones que ayudan a facilitar el control de este tipo de situaciones. Sin embargo, este amor comienza con un simple “like”, o quizás pidiendo fotos a la otra persona con poca ropa; esto también se considera un tipo de violencia hacia la mujer.

Todas estas actitudes y acciones terminan por causar daños en la persona, hasta el punto de que la misma no pueda salir a la calle por miedo o por vergüenza.

Descubre cómo ayudar a una hija en estas situaciones

Lo que sí está claro es que la violencia de género suele manifestarse hacia el sexo femenino. Por eso, si conoces a alguien, ya sea una amiga, una prima o incluso tu propia hija, comienza a actuar de la mejor manera para evitar que en un futuro la situación pueda acabar empeorando.

Aunque en muchas ocasiones no conozcamos el círculo que rodea, por ejemplo, a nuestra hija, es posible saber cómo se siente y qué se le pasa por la cabeza solo con observar sus actitudes. Es cierto que cada persona tiene su forma de ser y su reacción será distinta, pero lo más importante es animarla a que hable de sus temores, a respetar sus reacciones y a profundizar en un tema que para muchos sigue siendo algo desconocido: la violencia de género.

Por tanto, es importante insistir, pedir ayuda, cuidarla y rescatarla de esa confusión. Es probable que su reacción sea de rechazo, asilamiento e incluso enfado, pero ese es el buen camino. Finalmente, se dará cuenta de que la otra persona no es para ella, y a partir de ahí, comenzará su nueva vida.

La violencia sexual aumenta entre los más jóvenes

Un estudio promovido, coordinado y financiado por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, y realizado por la Unidad de Psicología, ha demostrado que los casos de violencia de género entre adolescentes están disminuyendo, a diferencia de la violencia sexual, que cada vez gana más terreno en la sociedad.

Si nos fijamos en los datos, el 14 % de las chicas afirma haberse sentido presionada para realizar actividades de tipo sexual, y el resto ha sentido presión en la mayoría de los casos. Las situaciones suelen aumentar en chicas de entre 14 y 20 años, las cuales se han visto obligadas a peticiones sexuales a través de las redes sociales.

Si seguimos indagando podemos incluir otras características como: abuso emocional, control, rechazo, violencia o menosprecio. Por eso, y con todos estos datos, es hora de plantar cara y comenzar la educación desde cero, con el propósito de reducir la violencia en todos los ámbitos, edades y circunstancias.