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Los habitantes de Wuhan ya han podido volver a las calles, pero la prevención continúa activa. Los ciudadanos todavía están obligados a llevar mascarillas, enseñar sus códigos sanitarios en los móviles y además seguir guardando la distancia de seguridad.
Todo esto se mantendrá para evitar un rebrote del coronavirus, el cual les ha llevado a pasar un confinamiento en sus casas de 11 semanas.
Ahora los atascos han vuelto a la vida y son muchos los que se animan a pasear, hacer compras y consumir en las calles de Wuhan. Una ciudad con 11 millones de habitantes, que ya ha recuperado la libertad.
Wuhan vuelve a la vida y sus habitantes nos animan para continuar luchando y frenar el virus
En un vídeo realizado por la BBC en China ha mostrado el testimonio de algunas personas que han llevado el confinamiento en esta ciudad.
Algunos comentaban que más que ver el confinamiento como un sacrificio, prefieren verlo como un esfuerzo de toda la sociedad al quedarse en casa para luchar contra la pandemia. "Lo mejor que puedo recordar es que ha sacado lo mejor de nosotros" comentaba un entrevistado.
Por otro lado, también algunos habitantes relataban que en un primer momento no se lo tomaron muy en serio hasta el momento en el que comenzaron a ver como faltaban los suministros y los pacientes no podían ser atendidos por el colapso de los hospitales.
Desde Wuhan señalan la solidaridad que nació entre los vecinos, para entre todos poder hacerse la vida más fácil. Ya fuera cocinando o llevando la compra a un vecino, las semanas de confinamiento conseguían así sobrellevar la situación.
Muchos coinciden en que una de las ayudas para llevar mejor la cuarentena fue el hecho de hablar más con familiares y amigos. Por otro lado, instan en evitar los choques con las parejas que se han visto obligadas a permanecer las 24 horas del día juntas.
Desde Wuhan nos aconsejan que es muy imprescindible separar el trabajo de la vida personal, en el caso de encontrarse teletrabajando desde casa.
Los habitantes hacen hincapié durante el documental que entienden perfectamente la desesperación que podemos sentir, pero que hemos de entender también que la cuarentena no trata de arrebatarnos la liberta, sino que es un método científico para poder recuperarla lo antes posible.
"Solo podremos estar mejor cuando todo el mundo supere esta pandemia"
A pesar de estar volviendo, de manera paulatina, a la normalidad, los habitantes de Wuhan son muy cautos. Algunos continúan con su confinamiento, saliendo a comprar lo necesario.
Por ejemplo, resulta curioso cómo las comunidades de vecinos siguen teniendo medidas restrictivas. Algunas solamente permiten salir durante dos horas cada día.
Y se pueden ver en carteles frases en las vallas de algunas comunidades que aún impiden la salida de vecinos:"Esta comunidad no tiene contagiados, pero eso no significa que haya cero riesgos. Prepare su código QR verde para usar el transporte público y mantenga la distancia social".
Pero ya hay algunas que han abierto los candados y se puede ver a gente entrando y saliendo a pesar que oficialmente solo se puede acceder al complejo residencial por la puerta principal tras pasar cruzar el control de seguridad.
El tráfico vuelve a las arterias de Wuhan
En las avenidas como la de Dazhilu, el pasar de bicicletas, automóviles y personas ya está volviendo a su punto habitual. Las tiendas de compañías de telefonía ya están abiertas, y muchos son los que esperan largas colas para hacer sus trámites.
Otros habitantes de la ciudad donde comenzó el brote se animan a pasear a sus perros, pedir comida para llevar, caminar o hacer deporte por la rivera del Río Yangtsé, uno de los principales puntos turísticos de Wuhan.
En ese primer día de levantamiento de las restricciones, el transporte público registro una afluencia de 620.000 pasajeros. Tal y como reflejan los datos de la agencia estatal de noticias Xinhua, la demanda de los servicios de autobús, taxi, metro y barco experimentó un incremento muy marcado durante el 8 de abril.
Tras 76 días de confinamiento, 52.000 pasajeros salieron de Wuhan en tren, avión y autobús, y otras 31.000 accedieron a la ciudad.
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