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Cada vez hay más estudios que confirman la importancia de la microbiota en nuestra salud, no solo en la digestiva, sino también en la general. Cuidar de las bacterias y microorganismos que pueblan nuestro intestino y estómago, es esencial para digerir y asimilar los alimentos de forma adecuada, una de las funciones fundamentales para nuestra supervivencia. También existen estudios que han relacionado un desequilibrio en la misma con el desarrollo de enfermedades como el alzhéimer o la diabetes.
10 alimentos clave para la microbiota intestinal
Sin embargo, no todos los alimentos son igual de sanos, o tan dañinos, para el equilibrio de nuestra microbiota. Por eso en este artículo, venimos a contarte qué 5 alimentos debes evitar para no dañarla y que otros 5 es más que recomendable que introduzcas en tu dieta habitual para protegerla y mejorarla. Empecemos por los primeros:
Grasas animales
No se trata tanto de eliminar por completo las grasas animales, sino más bien de reducir su consumo. Varios estudios han observado que este tipo de grasas, que son ricas en ácidos grasos, tienen un impacto negativo en nuestra microbiota intestinal, ya que reduce bacterias como el Lactobacillus o la Akkermansia, que se relacionan con un metabolismo equilibrado. Si generamos un desequilibrio en ellas, también podemos hacerlo en nuestro metabolismo.
Carne roja
La carne roja es una importante fuente de proteínas, pero también trae consigo elementos como los radicales libres, que son altamente oxidativos, lo que desencadena procesos inflamatorios. Un consumo elevado, o constante, aumenta estos procesos. Por eso es mejor reducir su ingesta.
Azúcares simples
Mucho hemos oído hablar sobre los azúcares y lo difícil que es equilibrar los en nuestra dieta en ocasiones. Pero lo que se tiene bastante claro es que el exceso de azúcar no es para nada saludable. Ahora se ha visto que este exceso favorece al incremento de algunas bacterias que acaban ganándole terreno a otras más beneficiosas como los Lactobacillus antes mencionados, o los Alistipes y Biophilia.
Bebidas alcohólicas
Sabemos que las bebidas alcohólicas generan un impacto especialmente negativo en nuestro hígado, uno de los órganos más importantes para nuestro sistema, ya que es el que se encarga de filtrar la sangre y regular la glucosa en nuestro organismo. Los últimos estudios señalan que una intoxicación de nuestro hígado por el exceso de la ingesta de bebidas alcohólicas, genera a medio plazo una acumulación de acetato, una sustancia que acaba convirtiéndose en azúcar y llegando a nuestro sistema digestivo , alimentando a las bacterias más oxidativas.
Sal
Se publicó recientemente en la revista científica 'Nature', un estudio que mostraba que las dietas ricas en sal podrían llegar a desequilibrar nuestro microbiota intestinal, además de causar otras afecciones como hipertensión u otras enfermedades autoinmunes, por lo que reducir su consumo es más que necesario.
Los que son mejores para introducir en la dieta habitual:
Encurtidos
Los encurtidos agrios naturales contienen microorganismos de la fermentación que ayudan a mantener las bacterias útiles en nuestro sistema digestivo. Además, contienen una importante cantidad de fibra vegetal, es decir un prebiótico, el alimento de las bacterias, concretamente polisacáridos complejos, que son el alimento favorito de los lactobacilos.
Aceite de Oliva
Por supuesto tenemos al aceite de oliva como una de las fuentes de grasa más saludables, ya que son de las antiinflamatorias. Es mucho mejor que otras grasas derivadas del girasol o el maíz. Obviamente, aunque sea sana, eso no significa que las frituras o el exceso de este alimento sea recomendable.
Aceitunas
Es uno de los encurtidos favoritos. Están deliciosas y además tienen un importante aporte de fibra vegetal que nutre nuestra flora. Además contiene ácido oleico y el hidroxitirosol, un importante antiinflamatorio natural, que nos ayuda con la oxidación de los microorganismos intestinales.
Sardinas
Además de ser ricas en calcio y otros minerales, también lo son en ácidos grasos omega 3, una de las grasas más beneficiosas para nuestra salud, y también para nuestra microbiota intestinal. Además, al ser peces más pequeños, cuentan con menos cantidad de mercurio en su carne y normalmente se pescan en mar en vez de sacarlas de piscifactorías.
Yogures
Todos hemos oído hablar de aquello del 'bifidus', algo que es realmente útil para mantener alimentadas a las bacterias de nuestra microbiota y mantener un buen equilibrio. Y es que los yogures cuentan con una importante cantidad de probióticos como el lactobacilos u otros. Sin embargo, si tenemos algún tipo de intolerancia a la leche, es mejor buscar alternativas porque sino puede resultar contraproducente.
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