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Los impuestos verdes en España se implantaron para financiar la transición hacia modelos más ecológicos y sostenibles como parte del plan para luchar contra el cambio climático y sus consecuencias. En 2020 España recaudó un total de 1.508 millones de euros, una cifra por debajo de años anteriores posicionándonos a la cola de la Unión Europea en cuanto a PIB recaudado para el medioambiente. Este año, el Banco de España ha publicado el cuarto capítulo de su informe anual, con la conclusión de que es "Imprescindible" aumentar los impuestos verdes.
Este informe, que se centra en el calentamiento global y la transición energética, se ha presentado recientemente bajo el título 'La economía española ante el reto climático'. Su objetivo principal es el de marcar pautas para la lucha contra el cambio climático, uno de los ODS de las Naciones Unidas, algo que para el Banco de España esta calificado como "uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta nuestra sociedad" y no le falta razón. La preservación del planeta es fundamental para asegurar la existencia humana a corto y largo plazo.
Los impuestos verdes deben aumentar
Una de las principales medidas que se han recomendando en el informe de este año, ha sido el de aumentar la recaudación de los impuestos verdes, haciendo un especial hincapié en que "la imposición medioambiental constituye el mecanismo más eficiente para que los agentes económicos internalicen las consecuencias climáticas de sus decisiones". Desde el Banco de España, se considera que el monto recaudado está "muy por detrás y de forma persistente" en comparación a nuestros vecinos europeos.
Teniendo en cuenta estas cifras tan bajas con respecto a recaudación a través de los impuestos verdes, para financiar la transición ecológica, se considera que es más que posible el incremento de la carga impositiva. Por eso hace un llamado a la administración para mejorar la fiscalidad medioambiental en España y ponerla al nivel de la Unión. "Es imprescindible potenciar y mejorar el diseño de la fiscalidad medioambiental en nuestro país, para que la economía española pueda avanzar eficientemente en el proceso de transición ecológica".
Desde la institución, aseguran que el principal papel que debe desempeñar la política fiscal es la de impulsar las inversiones en el ámbito que ahora atañe a los procesos hacia modelos sostenibles. Además, también debe ser utilizada como una herramienta para desincentivar las actividades que no coincidan con la protección del medioambiente. Aunque admite que España se encuentra en un momento complicado al tener que lidiar con la recesión provocada por la pandemia y a las consecuencias derivadas de la guerra de Ucrania.
Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, ha declarado, durante la presentación de este capítulo, que "es imprescindible potenciar y mejorar el diseño" de los impuestos verdes para "avanzar en la lucha contra el calentamiento global". Además ha querido señalar que esto podría aliviar la carga de otros impuestos como los del trabajo, y que eso podría ser beneficioso para los hogares más vulnerables.
Sin embargo, todas las medidas, ya sea aumentar los impuestos verdes o mejorar la legislación, debe hacerse de forma ordenada y calculada para evitar un desequilibrio en las necesidades totales del Estado.
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