La ropa interior menstrual se presentan como una nueva alternativa a los productos de la menstruación normales, y surge también como producto respetuoso con el medioambiente.
El consumo de ansiolíticos, benzodiacepinas o hipnóticos sigue al alza y ha llegado, de nuevo, a un máximo histórico en España, sobre todo entre las mujeres mayores de 35 años.