¿Qué es la acalasia? una enfermedad rara que puede confundirse con otras patologías digestivas

La acalasia, también conocida como acalasia esofágica, es un trastorno poco común del esófago, el tubo que lleva los alimentos desde la boca hasta el estómago. Tan poco común que está considerada como una enfermedad rara. En esta patología, los músculos del esfínter esofágico inferior (EEI), la válvula que normalmente se relaja para permitir que los alimentos pasen al estómago, no se relajan adecuadamente.

Esto acaba provocando una importante dificultad para tragar alimentos sólidos y líquidos, que normalmente se va presentado de forma paulatina, así como síntomas como regurgitación, dolor en el pecho y consecuentemente una pérdida de peso notoria. De momento, la causa exacta de la acalasia sigue siendo desconocida, aunque las últimas investigaciones apuntan a que podría tener un origen infeccioso, genético o autoinmune.

La acalasia, una enfermedad fácil de confundir con otras patologías

Además de ser una enfermedad rara, la acalasia también es crónica y algunos de sus síntomas se pueden confundir con otras patologías digestivas. Al tratarse de una enfermedad que impide que podamos abrir el esfínter esofágico superior, que separa el esófago y el estómago, un mecanismo que se genera como válvula de seguridad para evitar que el reflujo gástrico pase a otras zonas donde no debe estar, es fácil confundirlo con este propio reflujo.

Sin embargo, a medida que la enfermedad se va complicando, empiezan a aparecer otros síntomas que derivan de una pérdida de parte de las neuronas del esófago. Estas neuronas son las que deben informar de estos movimientos para que la comida pase de un espacio a otro con normalidad, pero se ha visto que en pacientes con acalasia estas son escasas o directamente no se encuentran presentes, generando la enfermedad.

En cuanto a los síntomas, destaca principalmente la disfagia, una condición que nos impide tragar alimentos, tanto sólidos como líquidos. Así mismo, podemos dar con la regurgitación del contenido de nuestro estómago, tener una sensación de obstrucción de los alimentos, que se quedan atascados en la garganta o el pecho. Como mencionábamos antes, es común el reflujo ácido, así como dolor en el pecho e incluso ronquera.

La pérdida de peso es otro de los principales indicadores, así como la desnutrición, ya que nuestro cuerpo no se está alimentando adecuadamente debido a estas dificultades para tragar y digerir los alimentos.

Tratamientos e investigación

Las investigaciones sobre esta enfermedad todavía continúan siendo limitadas debido a su baja incidencia. En muchos casos eso afecta al diagnóstico, retrasándolo e infradiagnosticándose.

Sin embargo, sí que se han desarrollado tratamientos para la acalasia. Estos a menudo implica procedimientos para estirar o abrir el EEI, como la dilatación con balón o la miotomía esofágica. En algunos casos, también se pueden recetar medicamentos para ayudar a relajar el esfínter y mejorar los síntomas. Si bien esta enfermedad puede ser una condición crónica, el tratamiento puede ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.