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Cada vez son más los que se preocupan por trabajar en una transición real hacia entornos más sostenibles. Por supuesto, esto también afecta a la construcción de infraestructuras, principales pilares de las urbes y por tanto de un cambio más profundo en las ciudades. En este sentido, una empresa francesa ha conseguido diseñar un aislante ecológico para las viviendas u otras construcciones. Lo han bautizado con el nombre de Biofib'chanvre y es una apuesta más por la sostenibilidad.
Este aislante ecológico, a diferencia de otros que se han utilizado bastante en la construcción durante muchos años, como el famoso amianto del que se sabe que es tóxico para el ser humano, hasta los más modernos, tiene una ventaja y es que está hecho a base de materiales naturales y biodegradables, como es la lana y el cáñamo. Este último, ha demostrado ser un material tan versátil, que cada día se encuentra una utilidad diferente.
Aislante ecológico hecho a base de cáñamo y lana
Biofib'chanvre, diseñado por la empresa francesa Biofib’isolation, es un paso más hacia la sostenibilidad en la construcción de nuevas infraestructuras. Este aislante ecológico, aprovecha las ventajas que ofrecen las fibras de cáñamo, que una vez más vuelven a sorprender por los diferentes usos que pueden llegar a presentar. Entre estas ventajas, se encuentra su alta capacidad como aislante acústico y térmico, dos factores esenciales para cualquier construcción.
Pero además, se ha visto que no produce ningún tipo de efecto secundario en los seres humanos, como alergias o irritación, algo que sí pueden provocar otros aislantes de vidrio o de roca. El origen vegetal de los dos ingredientes de este aislante ecológico, otorga la posibilidad de ser utilizados en construcciones de casa de bajo consumo energético o a las que conocemos como 'Passivhaus', una nueva tendencia de construcción que se caracteriza por su bajo impacto en el medio ambiente.
Ciudades más sostenibles
Dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por las Naciones Unidas para su Agenda 2030 para tratar los retos del planeta ante el cambio climático y la falta de recursos, se abordan dos puntos clave para asegurar un futuro más sostenible: transformar las ciudades y comunidades; y desarrollar infraestructuras innovadoras que contribuyan a la sostenibilidad.
En estos dos aspectos, contar con un trabajo de innovación tecnológica que permita dotar a la industria de la construcción de productos respetuosos con el medio ambiente, como es el caso de este aislante ecológico, es imprescindible para construir las urbes del mañana.
Pero no es lo único en lo que es necesario pensar. En el caso de esta empresa, la fabricación de este aislante ecológico, también ha contado con procesos de producción sostenibles, no solo por la naturaleza de sus materiales, sino también por el origen (principalmente Europa, reduciendo la huella de carbono), sino también por el trato con los proveedores, trabajadores y distribuidores.
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