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Las temporadas de alergia al polen se alargan una media de 30 días más por el cambio climático, según un estudio dirigido por la Universidad de Utah (Estados Unidos) y publicado este lunes en la revista Proceedings of the Nacional Academy of Sciences.
El cambio climático alarga un mes la temporada de alergia al polen desde 1990
El estudio indica que el cambio climático causado por los seres humanos desempeña un papel importante en el alargamiento de la temporada de polen y un papel parcial en el aumento de la cantidad de polen, concretamente la temporada comienza ahora 20 días antes, son 10 días más largas y resultan un 21 % más intensas que en 1990.
Según William Dice Anderegg, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Utah, "el fuerte vínculo entre el clima más cálido y las temporadas de polen proporciona un ejemplo claro de cómo el cambio climático ya está afectando la salud de las personas en Estados Unidos".
Concretamente, las alergias al polen en el aire pueden ser más que una simple molestia estacional para muchos, ya que están vinculadas a la salud respiratoria, con implicaciones para las infecciones virales, visitas a emergencias hospitalarias e incluso el rendimiento escolar de los niños.
La contribución del cambio climático a la alergia
Los científicos aún no habían analizado las tendencias del polen a escala continental ni habían calculado la posible contribución del cambio climático, aunque estudios previos encontraron que los aumentos en la temperatura y el dióxido de carbono atmosférico, características del cambio climático causado por el hombre, pueden causar una mayor producción de polen en experimentos de invernadero y que trabajos a pequeña escala muestran un empeoramiento de las temporadas de polen en algunos lugares o en algunas plantas debido al aumento de la temperatura,
"Varios estudios a menor escala, por lo general en invernaderos de plantas pequeñas, habían indicado fuertes vínculos entre la temperatura y el polen", señala Anderegg, que añade que "este estudio revela esa conexión a escalas continentales y vincula explícitamente las tendencias del polen con el cambio climático causado por el hombre".
Asimismo, el equipo investigador compiló entre 1990 y 2018 mediciones de 60 estaciones de análisis de polen en los Estados Unidos y Canadá. Esos lugares recolectan muestras de polen y moho en el aire, que luego son analizadas por contadores certificados.
Las cantidades de polen en Estados Unidos aumentaron alrededor del 21 %
En el periodo de estudio, las cantidades de polen en Estados Unidos aumentaron alrededor del 21 %. Los mayores aumentos se registraron en Texas y el medio oeste del país, y más polen en los árboles que el de otras plantas.
Concretamente, las temporadas de polen hoy comienzan alrededor de 20 días antes que en 1990, lo que sugiere que el calentamiento global está causando que el tiempo interno de las plantas (también llamado fenología) comience a producir polen a principios de año, señala el artículo de investigación.
"El cambio climático no es algo lejano y futuro"
En relación a la metodología del trabajo, para averiguar si esos cambios en el polen se deben al clima, los investigadores aplicaron métodos estadísticos a las tendencias del polen junto con casi dos decenas de modelos climáticos.
Los resultados apuntan a que esta situación por sí sola podría representar alrededor de la mitad del alargamiento de la temporada de polen y alrededor de un 8 % del aumento de la cantidad de polen. Al dividir los años de estudio en dos periodos (1990 a 2003 y 2003 a 2018), han hallado que la contribución del cambio climático al aumento de las cantidades de polen se está acelerando.
Anderegg ha afirmado que "el cambio climático no es algo lejano y futuro. Ya está aquí en cada aliento primaveral que tomamos y aumenta la miseria humana. La pregunta más importante es ¿estamos a la altura del desafío de abordarlo?".
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